La vecina le pide todos los días que acompañe a su hija a la escuela: "¿Cómo hago para decirle que no?"

por Patricia Zorzenon

19 Abril 2022

La vecina le pide todos los días que acompañe a su hija a la escuela: "¿Cómo hago para decirle que no?"
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Los favores entre buenos vecinos se hacen siempre con placer, si es posible, pero eso no significa que uno puede aprovecharse de la disponibilidad del otro. Una madre pidió consejos online a un grupo de otras madres, sobre un tema delicado con su vecina. La mujer a menudo se encontraba teniendo que acompañar a la hija de su vecina a la escuela, - un favor que ella siempre lo hizo con placer, hasta que el favor se transformó en una rutina. Además, la niña jamás estaba lista en el horario preestablecido.

En definitiva, ¿Cómo decirle que no cuando la gente comienza a aprovecharse de la demasiada disponibilidad que les damos?

via Wales online

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Pexels / Not the actual photo

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Una madre volcó toda su frustración en un grupo online de otros padres, en busca de ayuda y consejos. La mujer explicó que acompañó muchas veces a la hija de su vecina a la escuela, ya que la mujer muchas veces le pedía el favor. ¿Cómo se hace a decir que no cuando alguien te pide un favor así? Mientras se trate de raras excepciones, no hay problema, pero cuando el otro se aprovecha de la disponibilidad de los demás, se convierte en un problema. La madre que contó uno de los tantos episodios con relación a su vecina:

"Me envió un mensaje ayer a la mañana preguntándome si llevaría a Jenny a la escuela. No vi su mensaje inmediatamente, pero respondí a los 10 minutos, diciendo que sí y diciendo que la llamaría a las 8:30. A las 8:30 mi vecina abrió la puerta prácticamente aún sin vestirse, diciendo que su hija aún no estaba lista y que no había visto mi respuesta (¡¿Por qué no controló?!)".

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Un comportamiento realmente poco respetuoso por parte de su vecina, dictado aparentemente por puro y simple egoísmo. La mujer, de hecho, contó: "En el pasado me ha dicho que Jenny odia caminar. Jenny sin embargo me dijo que le gusta caminar y ¡que es su madre a quién no le gusta caminar! (¡Estoy literalmente a siete minutos caminando de la escuela!)".

Una verdadera lástima, incluso porque la mujer contó cómo el paseo hacia la escuela es el único momento que puede pasar con sus hijos sin que estén los celulares, la televisión o las tareas de por medio. No es fácil para un padre encontrar un equilibrio entre los compromisos, el trabajo y los hijos y al menos en esos primeros minutos de la mañana, la mujer desearía permanecer en paz con sus hijos.

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Sin embargo, esta madre desea mantener una buena relación con su vecina, por eso le pidió a otras madres consejos sobre cómo poder decirle educadamente que no. Ella quisiera estar disponible solamente para emergencias y no para cualquier ocasión: "¿Cómo puedo hacerlo manteniendo una relación bastante decente para poder pedirnos mutuamente ayuda para emergencias futuras?".

¿Ustedes qué consejo le darían a esta mujer?

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