Niña con cáncer supera la última sesión de quimioterapia: enfermero improvisa con ella un "baile de la victoria"
Cuando hay que afrontar períodos complicados de la vida, es bueno tener a tu lado personas que sepan animarnos, a pesar de todo y que sean capaces de darse cuenta cuándo es el momento adecuado para hacer algo. No está dicho que estos hombres o estas mujeres deben necesariamente formar parte de la familia, a veces, son los extraños quienes hacen algo hermoso e inesperado que regalan la sonrisa que se necesitaba.
Es una prueba de ello la historia de la cual queremos hablarles. Una historia que tuvo como protagonistas a una niña, lamentablemente enferma de cáncer y un enfermero con un gran corazón.
Daniel Yolan trabaja como enfermero en un hospital pediátrico de Buenos Aires y se hizo famoso en la web por haber hecho algo muy importante por una de sus pequeñas pacientes. Bajo tratamiento en las instalaciones, Milena estaba luchando para vencer el cáncer- y sabemos bien lo invasivos que pueden ser estos tratamientos y difíciles de afrontar- cuando conoció a este hombre amable.
Como sucedía con casi todos los pequeños pacientes, Daniel se tomó muy en serio la historia de Milena, pero con ella fue todo más inmediato y especial. La sintonía entre ellos era muy fuerte y verla todos los días, cuidarla durante las sesiones y saber a lo que se estaba enfrentando, hizo que su relación se convierta en especial. Entonces un día, cuando las sesiones de quimioterapia estaban terminando, el enfermero, Milena y su madre improvisaron una "danza de la victoria" para regocijarse por las luchas ganadas hasta ese momento.
Compartidas en el perfil de la mujer, las imágenes de Milena que baila con su querido Daniel dieron la vuelta en la web, experimentando un éxito enorme. "La madre puso música y comenzamos a bailar todos juntos -contó el hombre- Para mí es fundamental tener una relación amistosa con los pacientes, es una manera para ayudarlos a afrontar más tranquilamente el dolor. Ese momento fue muy hermoso y representa el espíritu de las instalaciones en donde trabajo".
Después de todo es verdad: a veces, ante las malas situaciones, es necesario mostrar la mejor sonrisa para poder superarlas y en este caso, parece que funcionó. "El trabajo es todo para mi. Levantarme y saber que puedo hacer algo para alguien menos afortunado, me llena de alegría"- dijo Daniel.
A nosotros sólo nos queda agradecerle por todo el compromiso demostrado y a todas las personas que ejercen la misma profesión. Y desearle muchísima suerta a Milena para su futuro.
