Mujer embarazada obligada a llevar sola las compras por dos tramos de escaleras: el repartidor no quiso ayudarla
Ser mamá de un niño pequeño y al mismo tiempo vivir los últimos meses de un nuevo embarazo no es simple; no es de hecho fácil para la mujer que está afrontando este camino tan importante y cansador desde el punto de vista físico y psicológico y no es ni siquiera fácil cuando nos damos cuenta que muchas personas quedan indiferentes a las dificultades cotidianas de la mujer embarazada. Una afirmación que puede muy bien confirmar Amy Natasha Botten, una mujer que dio la vuelta por la web cuando ha publicado las imágenes que han hecho enojar a muchos.
via BBC News
Amy Natasha Botten vive en Feltham en el oeste de Londres junto a su primogénito y en dulce espera de un segundo hijo; en las últimas fases de su embarazo, la mujer no puede bajar los dos tramos de escaleras y luego subir todo sola transportando peso, mucho menos con la cantidad de bolsas de las compras. Por este motivo en las últimas semanas se lo hace llegar con entrega a domicilio, pero no podía imaginar que habría tenido una sorpresa un tanto desagradable...
Una gran compra de 200 esterlinas había llegado a destinación, pero Amy ha sido obligada a dejar su hijo llorando momentáneamente solo en casa, bajar dos tramos de escalera y transportar todo sola las bolsas de la compra que había ordenado. La mujer, ha probado inicialmente de convencer al repartidor a darle una mano, porque sola no lo habría podido hacer: "¿¡Podrías ayudarme este último tramo porque mi niño está solo arriba llorando a los cuatro vientos!?"
La respuesta del mensajero, decididamente sin titubear ha sido: "Prefiero que no".
La mujer se puso furiosa saludando de mal modo al mal educado repartidor: "¿No puedes ser una persona decente? Estoy embarazada. Ahora te vas y me dejas así? Muchas gracias por tu ayuda!"
La mujer luego ha explicado en Facebook que Asda, la sociedad que se ocupaba de entregar a domicilio, formalmente se ha disculpado por aquello que había sucedido enviando a Amy un ramo de flores y una botella de champagne: quizás un pedido de disculpas demasiado leve para un resbalón de amabilidad y cortesía del estilo.
¡Esperamos fervientemente que ninguna mujer embarazada deba nunca más soportar una situación tan inaceptable!
