Esta mujer no se corta las uñas desde hace 28 años y ahora quiere venderlas a 47.000$
Hay personas que cuentan con extraordinarias cualidades y características físicas que, a primera vista, pueden dejarte con la boca abierta. No siempre se trata de algo realmente útil, pero no se puede negar tampoco el "talento" innato que poseen algunas personas. Es un poco la razón de ser del libro Guinness de los Récords, un libro que se publica anualmente desde 1955 que recoge todos los primates del mundo, desde los naturales a los humanos, hasta los más originales. En su interior será fácil identificar "al hombre más alto del mundo" o también "al hombre más tatuado del mundo" y así sucesivamente, encontrando los récords más absurdos. Hablando de récords discutibles, queremos presentarles el de Ayanna Williams, la mujer con las uñas más largas del mundo.
via Metro
Ayanna Williams, es de Houston, Texas (USA), tiene 54 años y admite haber comenzado a dejarse crecer las uños hace 28 años atrás. Para no romperlas y mantenerlas con dignidad, se somete a una manicura de 20 horas, dividida en varios pasos a lo largo de la semana. Ahora, luego de años cuidando a sus "preciosas" uñas, Ayanna decidió venderlas al mejor ofertante. ¿El motivo? Seis años atrás se divorció de su ex marido y lograr cubrir todos los gastos no es fácil para ella, sobre todo porque tiene diabetes y debe someterse regularmente a inyecciones de insulina. Para ella, el precio ideal sería de alrededor de 48.000$, ¡una cifra asombrosa cuando crees que tienen un precio de alrededor de 100$ por uña!
Sus uñas llegaron a medir 95 centímetros y medio, un verdadero récrod, establecido en el 2017. Hoy, además de esperar venderlas por una cierta cifra, espera que el futuro comprador le conceda mantener al menos unos 20 centímetros: luego de tantos años, ¡imaginamos lo díficil que debe ser deshacerse completamente de algo como esto! Ella, en el pasado, decía que jamás tuvo problemas en su vida diaria: "Logro hacer todo, precisamente como ustedes" le ha dicho a quien le preguntaba como hacía para ir al baño o para lavar los platos.
Pero la mujer también ha admitido que siempre debe considerar a sus uñas en todo lo que hace y, dada su increíble longitud, a menudo se encuentra frente a un obstáculo que retrasa cada una de sus actividades. "No veo la hora de agilizar un poco más las cosas. Podré jugar más libremente con mis nietos, colocarme un par de jeans sin la ayuda de nadie y ¡subirme al auto para dar un paso cada vez que tenga ganas!" contó Ayanna.
Bueno, parece que pagó su entrada en el Libro Récord de los Guinness con un pedazo de su libertad: ¡nosotros le deseamos que pueda seguir viviendo más tranquilamente sin tener que pensar demasiado en sus uñas!
