Los fuegos artificiales eran demasiado fuertes: el cachorro de 18 meses muere de un infarto por el miedo

por Patricia Zorzenon

08 Noviembre 2019

Los fuegos artificiales eran demasiado fuertes: el cachorro de 18 meses muere de un infarto por el miedo
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La pequeña Molly, una terrier negra de solo 18 meses, no logró soportar todos aquellos estruendos, conmoción y ruidos ensordecedores de fuegos artificiales que habían sido encendidos en la ciudad de Wombwell y Dartfield en el área de Yorkshire del Sud, en Inglaterra. El perro de poco más de un año ha tenido un repentino ataque cardíaco causado del susto por culpa de los fuegos artificiales. Una trágica historia que todavía una vez nos recuerda como ruidos demasiado fuertes pueden ser fatales para nuestros animales domésticos.

via Metro UK

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Minda Haas Kuhlmann/Flickr

Minda Haas Kuhlmann/Flickr

Susan Paterson, una ciudadana de Wombwell ha publicado días después sobre el grupo de Facebook  Wombwell Wise un posteo con la fotografía de la pobre Molly buscando de hacerla girar lo más posible y de crear conciencia frente a este peligro para nuestros amigos de cuatro patas y no solo ellos. En ocasiones del trágico evento, Susan ha instado a los usuarios de Wombwell a seguir asiduamente la página de la organización británica FAB (Anti Random Firework Page).

Esta organización ha comenzado a dar una petición pública sobre Change.org pidiendo una revisión completa de las leyes sobre fuegos artificiales con el fin de proteger cada tipología de animales desde angustias a consecuencias graves.

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Public Domain Pictures

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La petición de Change.org ha llegado a las 500.000 firmas y sostiene que casi el 40% de los perros tiene miedo de los ruidos fuertes como aquellos de los fuegos artificiales, que cada año quitan la vida a miles de estos amigos de cuatro patas, por ejemplo. No obstante el debate sobre la modificación de las leyes sobre fuegos artificiales del 2003 y del 2004 haya sido discutidas en el Parlamento inglés al final del 2018, ha habido poco movimiento concreto sobre la cuestión en Gran Bretaña.

Que la desaparición prematura de la pequeña Molly sea una advertencia a quién hace un uso imprudente de fuegos artificiales, sea para uso público que privado: no podemos permitir que nuestros animales domésticos (y no solo), puedan perder la vida, ¡todo ello debe terminar!

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