Soy una mamá "mala": digo tantos NO, pongo reglas y me hago ayudar en las tareas

por Patricia Zorzenon

16 Junio 2019

Soy una mamá "mala": digo tantos NO, pongo reglas y me hago ayudar en las tareas
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Cuantas veces, mirando las acciones de nuestros padres, nos hemos prometido no comportarnos en el mismo modo con nuestros hijos?

Sobre todo para quién ha crecido con padres severos y poco condescendientes hacia la necesidad de los hijos, busca de despegarse lo antes posible del ejemplo de los padres que ha tenido.

Reglas e imposiciones, "deberes" de respetar, aquel "un día entenderás..." que muchos han sentido decir. Pero de verdad hemos entendido la importancia de respetar las reglas?

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Un niño no es solo un niño, es también la suma de tantos comportamientos que absorbe cotidianamente, es el pequeño adulto dentro de él.

Respeto a cuando eran niños, hoy siempre más a menudo se habla de educación a través de una disciplina dulce basada sobre la consideración que los niños son pequeñas personas.

Algunas veces, el niño viene dejado como rueda libre y este tipo de comportamiento puede fluir en una educación con una verdadera falta de reglas.

Incluso poner puntos firmes es un tanto importante, del mismo modo que ser empáticos.

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De verdad la elección de poner reglas define una buena madre o una mala madre? Se puede definir una mamá mala porque impone las reglas o porque hace en modo de responsabilizar a los propios hijos con tareas aptas a su edad o porque impone un horario para dormir o el prohibido de comer caramelos o chocolates en cantidad?

Tantas veces se ponen en campo miles de escusas para no tomar decisiones, para no enderezar a los hijos hacia la autonomía o hacia la responsabiidad de las propias acciones.

Llevar a término aquello que se ha comenzado, tomar cuidado de los propios juegos o de la habitación, asumirse pequeños pedazos de responsabilidad en base a la propia edad, esto quiere decir dirigir a los hijos hacia el crecimiento y la autonomía.

El mundo en que vivimos nos empuja siempre más hacia la búsqueda del sucedo y de la perfección, es entonces importante enseñar a los hijos al respecto de as reglas incluso a costo de fracasos. Tanto más que fracasar ayuda a aprender de los propios errores para poder mejorar.

No es poniendo a los niños en una campana de vidrio que los protegeran y los haran adultos mejores. El fracaso genera madurez, proyecta al niño hacia las posibles dificultades de la edad adulta.

Las malas mamás no existen, porque son buenas madres que buscan de definir límites y dar puntos firmes; porque las reglas son importantes y ayudan a crecer en autonomía.

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