La fortaleza de una madre: dejó su carrera para ayudar a su hijo autista, pero después de años cumple un sueño

por Patricia Zorzenon

21 Junio 2023

La fortaleza de una madre: dejó su carrera para ayudar a su hijo autista, pero después de años cumple un sueño
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Ser una madre de un hijo con necesidades especiales requiere gran dedicación y compromiso, pero no significa renunciar a tus sueños. Al contrario, en estos momentos es necesario mostrarse aún más fuertes y determinadas, porque la realización personal de una madre puede influir positivamente en la vida familiar y puede ser un gran estímulo para tu hijo, animándolo a hacer lo mismo.

De esta manera puede aprender el valor de la perseverancia y hacer que crezca con la conciencia que no existen límites a sus posibilidades. Lo entendió muy bien la protagonista de la historia que estamos por contarles.

via Independent

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Después de haber afrontado un difícil divorcio, una farmaceútica eligió renunciar a su carrera para ayudar a su hijo autista. Hoy, declara que "lo imposible no existe" después de cumplir su sueño de recibirse en medicina. La doctora Ros Jabar, de 51 años, vive en Cardiff, Gales, Reino Unido y siempre trabajó como farmaceútica.

Durante su primer matrimonio, se vio a sí misma como el "soporte de la familia", ganando unas 65.000 libras esterlinas por año para ayudar a su hijo Jamil, que no podía hablar debido a su autismo y a su hija Yasmin.

Aunque podía mantener a su familia, a Ros la juzgaron como "una mala mujer y una mala esposa" porque no quería conformarse con el tradicional rol de madre ama de casa.

Luchando contra un matrimonio infeliz y afrontando los desafíos del autismo de su hijo, además de las críticas por su equilibrio entre el trabajo y su vida personal, decidió dejar la profesión de farmaceútica. Luego, anotó a Jamil en una escuela para personas con necesidades especiales. Sin embargo, su sueño de ser médica siempre había permanecido intacto.

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Para cubrir los gastos del hogar, cuidar a sus hijaos y financiar sus estudios universitarios, Ros abrió un bar llamado Jabar's Hut. El nombre del bar estaba inspirado en Jabba the Hutt de Star Wars, así como su apellido. El bar fue un gran éxito, lo que le permitió a Ros obtener un puesto en la Facultad de Medicina en la Universidad de Cardiff a los 35 años.

Hoy, más de diez años después de graduarse, Ros trabaja como médica de traumatismos múltiples y se convirtió en una profesional de la estética exitosa en una clínica de renombre de Cardiff.

Encontró el amor con su pareja Saj, de 60 años y tuvo otros dos hijos: Soren, de cuatro años e Isaak, de dos. Después de haber superado innumerables obstácuos, Ros afirma que "lo imposible no forma parte de su vocabulario" porque "no existe una ley en la Tierra que te impida cumplir tus sueños". Sólo podemos estar de acuerdo con sus declaraciones.

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