"Mi hijo de 2 años quería usar un traje con falda para nuestra boda y se lo permitimos"
Los niños, se sabe, son el emblema de la pureza y de la espontaneidad: no saben lo que está bien o lo que está mal, lo bello o lo feo, masculino o femenino. Siguen su instinto y están contentos así, aceptando cada forma de diversidad sin ningún prejuicio y en la completa autenticidad. Por eso, cuando Joanna Miluzzo vio a su hijo de dos años hacer una solicitud inusual -pero inocente- para el día de su boda con el padre Najee, decidió complacerlo. El pequeño no tenía ganas de usar un traje con pantalones para la boda de su madre, ni una falda escocesa: quería un vestido azul con falda de tul.
via Globalnews
"Estaba admirando a sus hermanitas de 6 y 7 años y quedó fascinado con sus vestidos de dama de honor, entonces quiso también uno él", contó Joanna, de 39 años. "Inicialmente lo dudé: estaba preocupada por lo que pensaría cuando sea más grande, pero al final lo que será, será. Podrá estallar a carcajadas avergonzado al lado de su pareja o admirar con orgullo su vestido junto a su novio: lo importante es que sea feliz".
Joanna sabe bien lo importante que es criar a sus hijos con autoestima y una personalidad propia, por eso deja que sus tres hijos decidan solos qué quieren usar: "Quiero que estén seguros de sí mismos y que sean conscientes de que la única opinión que importa es la de ellos", comentó.
El día de la boda, el padre Najee ayudó al pequeño a usar su vestido de encaje y tul y ambos estaban radiantes: "No son muchos los hombres que ayudan a su hijo a ponerse un vestido. Ha sido un momento hermoso entre padre e hijo", recordó Joanna. Lamentablemente no todos se tomaron bien la iniciativa de los padres en las redes sociales.
"La mayoría de las personas aceptó con gusto el estilo de mi hijo, mientras que otras no. Aquí pues, a estas personas quiero darles un consejo: sean un buen modelo para sus hijos, para los hijos de sus amigos, para sus nietos. Sean amables. Dejen que los niños sean niños. Dejen que se expresen, enséñenles la amabilidad y a que conozcan familias y estilos de vida diferentes. Ámenlos por como son y por como quieren expresarse. No repriman quienes son y no los frenen para que se sientan aceptados por la sociedad", afirmó Joanna.
Palabras para reflexionar, ¿no lo creen?
