Maestro acompaña a 2 alumnas al baile escolar "padre e hija": habían perdido al suyo unos días antes

por Patricia Zorzenon

16 Octubre 2022

Maestro acompaña a 2 alumnas al baile escolar "padre e hija": habían perdido al suyo unos días antes
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El trabajo del maestro es una verdadera "vocación" para muchos: la educación de los alumnos es una carga de responsabilidad muy grande y el vínculo que se crea entre docente y alumno a menudo se compara con el de la familia. Lo sabe bien Steve Culbert, un maestro de escuela primaria de Michigan, Estados Unidos, el cual había planeado llevar a sus dos hijas al baile padre-hija de su escuela. Sin embargo, antes del evento, descubrió que dos de sus ex alumnas habían perdido a su padre y decidió hacer algo importante.

via CBS

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"Les digo a todos mis alumnos desde el primer día, que cuando comienzas a construir una relación con ellos, se convierten como en una familia para mi", explicó el maestro. Culbert contó que conoció a la familia Reece y que se entristeció por la noticia de que el padre de las chicas, Luke, había fallecido debido a una enfermedad.

"Cuando Luke estaba hospitalizado le pregunté a su esposa Shelley si podía ir a verlo. Le llevé regalos de parte de toda la escuela. Cuando regresé a casa esa noche, habían apenas anunciado la fecha del baile padre-hija que se efectuaría algunas semanas después. En ese momento pensé que Luke no regresaría a su casa a tiempo", dijo. Entonces el hombre pensó en un plan para darles a Avery y a Alivia el baile padre-hija que se merecían. Lamentablemente, Luke falleció dos semanas antes del evento. Culbert le pidió entonces a sus hijas que inviten a las pequeñas Reece a ir con ellas.

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"De niño, cuando iba a la escuela, perdí a un hermano, pero no estoy tratando de decir que sé cómo se sienten estas niñas o cómo se sienten los demás alumnos cuando se enfrentan a algo así, pero no quiero que ninguno de mis alumnos se sienta solo. Es esto lo que me empuja, es esto lo que me motiva", contó Culbert, explicando además que las dos familias querían que las niñas experimentaran el baile padre-hija, esperando que les traiga un poco de sonrisas en el momento difícil que estaban pasando.

El maestro organizó todo hasta en el más mínimo detalle para hacer el evento aún más especial. Reservó una limusina y contrató a una voluntaria para cuidar el look de las pequeñas, mientras que un padre de la escuela les regaló los vestidos para el baile. Muchos miembros de la comunidad donaron hasta incluso sumas de dinero y al final de la velada Culbert tenía casi 500 dólares, que le dio a Shelley Reece, la madre de las niñas. "Fue una maravillosa noche. No podía pedir algo mejor que las pequeñas tuvieran su baile", comentó Culbert.

Una historia emocionante que nos recuerda algo muy importante: el mundo está lleno de personas especiales como este maestro y encontrar gente así es una gran suerte.

 

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