Trabaja en una oficina desde hace 3 años, pero renuncia porque le prohíben comer un sándwich: "No me arrepiento"

por Patricia Zorzenon

11 Agosto 2022

Trabaja en una oficina desde hace 3 años, pero renuncia porque le prohíben comer un sándwich: "No me arrepiento"
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Pocas personas aman realmente su trabajo y aún menos aprecian a sus superiores: no todos los empleados están de acuerdo con las decisiones y la manera de ser de sus jefes y esto genera quejas y críticas. Es cierto, algunos de nosotros tienen la suerte de trabajar con un jefe capaz de liderar y hacer que prospere su equipo, pero también hay muchos gerentes déspotas, manipuladores y tóxicos que se divierten haciendo juegos de poder regularmente que no benefician a nadie.

Recientemente, una empleada contó que renunció a su trabajo luego de tres años de servicio cuando su jefe se enfureció porque la "descubrió" comiéndose un sándwich en su escritorio.

via Reddit

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"Tengo 27 años y desde hace casi 3 años trabajo para una empresa en el Reino Unido como editora", comenzó la joven escribiendo una larga publicación en Internet. La periodista señaló que no odia la profesión que realiza, pero que se sintió desmotivada por los ritmos de trabajo que tienen. Su gerente impuso la presencia a tiempo completo en la oficina sin la posibilidad de smart working, a pesar de que la productividad de la redacción era igual de eficiente desde casa.

"Los estilos de gestión en este lugar son diabólicos. La dirección ha decidido incluso no cubrir los 12 meses de maternidad de mi compañera, por lo que mi equipo de 3 personas hizo el trabajo de 4 en los últimos meses", continuó la joven. ¿Pero cuál ha sido la gota que revalsó el vaso? Medio sándwich.

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"A los empleados se les permite comer algo en el escritorio, pero las comidas completas están prohibidas. Un día estaba sobrecargada de trabajo, mal pagada, estresada y con hambre mientras estaba sentada en el escritorio escribiendo. Hurgué en la cartera para recuperar medio sándwich, pensando que me alcanzaría hasta la hora de almuerzo para llevar a cabo la gigantesca tarea en la que estoy trabajando. Le di un mordisco cuando de repente mi gerente me llamó la atención al pasar", explicó la joven.

A partir de ahí la situación se degeneró literalmente: con una expresión horrorizada, la gerente le preguntó qué estaba haciendo y la chica, sorprendida le respondió que estaba comiendo un sándwich. "Ella enfurecida me dijo que conocía las reglas, pero le respondí que estaba estresada y con hambre y que no podía esperar al descanzo del almuerzo". En ese momento la mujer le pidió a la chica que se levante del escritorio y comenzó a regañarla por su comportamiento según ella inapropiado. "Renuncié. Le dije que ya no quería trabajar para ella porque me hacía infeliz. Le dije que trabajaría durante el período de preaviso, pero que luego me iría. Estoy muy orgullosa de mi misma. Creo realmente que encontraré fácilmente otro trabajo mejor", concluyó la joven redactora.

¿Según ustedes estuvo bien?

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