Esta mujer ha gastado $10.000 para tener un hijo: "Quería ser madre, pero no encontré a mi alma gemela"

¿Cuál puede ser la mayor alegría para un hombre o para una mujer? Muchos dirían, quizás, el de ser padres. Seguramente ha sido así para la persona de la que queremos hablarles.

Nikki Zachariou siempre quiso tener un hijo, pero no lograba encontrar a la persona adecuada para formar una familia. Entonces, luego de la ruptura de su última relación, la mujer decidió tomar las riendas de su vida una vez por todas y llevó adelante su proyecto soltera. Les contamos cómo fueron las cosas.

via Metro

Nikki es una profesora de danza que vive en Jersey, Francia. Desde cuando tenía 30 años su mayor deseo era el de traer al mundo un bebé y la idea la acompañó constantemente en cada relación. Sin embargo, lamentablemente, llegó a los 38 años y luego de 3 años de relación con un hombre, quedó nuevamente soltera y estaba a punto de ver desvanecerse su sueño. Decidida a no dejar que las cosas fueran así, Nikki fue al médico para pedir que sus óvulos sean congelados a la espera de su alma gemela y aquí tuvo una epifanía.

Consciente de toda su historia y por las desmesuradas ganas de formar una familia, su médico le aconsejó seguir sola y convertirse en una madre soltera. Sin pensarlo demasiado, Nikki hizo el primer intento que, desafortunadamente, no salió bien. Pero la perseverancia era su punto fuerte, entonces, el tiempo justo para juntar la suma de dinero necesaria y la mujer hizo una segunda prueba de fecundación y esta vez, la cigüeña partió.

Nueve meses después dio a luz a su maravilloso Kobi. "La segunda prueba fue un éxito- dijo la mamá- Mis seres queridos estaban muy confundidos inicialmente, pero luego aceptaron mi idea y estuvieron cerca mio. Afortunadamente mi médico me abrió los ojos y me puso adelante la posibilidad de hacer todo sin esperar al 'padre perfecto' que, quizás, nunca llegaría. Por eso- concluyó- seguí adelante por mi camino y tuve lo que quería".

Una victoria, la de Nikki, que la hizo feliz y orgullosa. Es cierto, 10.000 dólares no son pocos, pero se hace esto y más para alcanzar el propio objetivo y traer al mundo a la persona que, estamos seguros, ella amará más que todas en el mundo.

A nosotros solo nos queda desearle una buena vida junto a su pequeño Kobi.