"Mi esposa de 66 años es más bonita que esta modelo": la tierna declaración de un anciano a su esposa
Cuando una pareja casada vive bajo el mismo techo desde hace muchos años, puede suceder a menudo y con gusto caer en la trampa del aburrimiento, la repetición, el debilitamiento del sentimiento amoroso; después de todo, a pesar de que el amor y el cariño es recíproco, no está dicho que tenga la misma intensidad de los primeros años en que floreció. Y entonces, ¿Cómo hacer para mantener siempre encendida la llama del sentimiento cuando por ejemplo la pareja vive en la etapa de la tercera edad? ¿Cómo se puede seguir demostrando afecto después de tantos años? Una respuesta maravillosa y definitivamente conmovedora que la proporciona un señor anciano del Reino Unido que dio la vuelta en la web.
via Mirror UK
Él se llama Richard Freemantle, es un hombre anciano que vive en Portsmouth en el Reino Unido y que siente aún un sentimiento amoroso muy fuerte, sincero y transparente hacia su esposa de 66 años. Un amor tan puro que lo demostró comentando una publicación en la web donde se escribió que la modelo israelí de 19 años Yael Shelbia había sido votada como el rostro más bonito del 2020. El hombre, comentando la noticia, no solamente quiso señalar que la joven era objetivamente muy hermosa y atractiva, sino que a pesar de todo esto pensaba que su esposa de 66 años, una mujer definitivamente con una edad más avanzada y con más experiencia de vida que Yael Shelbia, era la más hermosa del mundo, al menos para él.
Un comentario en la web que no pasó desapercibido, dado que muchísimos usuarios, tanto hombres como mujeres, han prácticamente apreciado las palabras halagadoras hacia la mujer más importante de la vida de Richard Freemantle, su esposa. No importaba que ella tenga 66 años, que sean una pareja de ancianos y ya no tan atractivos como una vez, para Richard el rostro más hermoso del mundo era el de la mujer con la que había decidido casarse y con la cual compartir el resto de su existencia.
Una declaración de amor extraordinaria que subraya con mucha fuerza que el amor verdadero es un sentimiento que es difícil de apagar, incluso cuando se llega a la tan temida tercera edad, cuando todas las emociones y los sentimientos aparentemente se desvanecen. Para Richard y su esposa, sin embargo, ¡no parece ser el caso en absoluto!
¡Entonces es verdad que el amor no tiene edad!
