Pareja casada desde hace 30 años revela a todos que son homosexuales y que se habían unido solamente "para que las familias sean felices"
05 Noviembre 2021

Qué difícil es no poder vivir la vida con libertad, serenidad, tratando de ser siempre nosotros mismos y no traicionar jamás a nuestro verdadero ser interior; muchas personas viven sus vidas haciendo un teatro de mentiras, siempre complaciendo a los demás y nunca a ellos mismos. Un poco como han hecho durante unos 30 años Brad y Cindy Marler, una pareja estadounidense que salieron del armario con sus respectivas familias después de mucho tiempo, revelando a sus seres queridos la verdad que no querían escuchar...
via Media News

Brad y Cindy Marler se casaron hace más de treinta años y siempre han vivido sus vidas de casados en los pequeños pueblos de Smithson y Fereeburg en Illinois; ambos nacidos de familias bastante religiosas y conservadoras, los dos nunca tuvieron la ocasión, y también el coraje, de revelar a sus familiares y amigos que son homosexuales, y así eligieron durante demasiado tiempo el camino de la familia tradicional, del matrimonio heterosexual e iniciar un núcleo familiar con hijos a cargo; en el transcurso de su matrimonio "falso" Cindy y Brad dieron a luz a dos hijos, un varón y una niña.
Ahora que ambos tienen casi cincuenta, decidieron sin embargo que había llegado el momento de salir al descubierto y poder vivir sus vidas con libertad, serenidad, dignidad, después de 32 años de casados escondidos jugando a la "perfecta familia estadounidense", Cindy y Brad se han quitado la máscara, asumiendo un gran riesgo pero al mismo tiempo decidiendo recuperar las riendas de sus vidas.

Wikimedia/Not The Actual Photo
Y así, después de tres décadas juntos, una familia y dos hijos a cargo (que siguen amando incondicionalmente), Brad y Cindy dieron finalmente el gran paso, después de décadas de represión forzada por su orientación, de sus propios deseos, poniendo en un cajón su verdaderas identidades: han vivido juntos hasta marzo del 2021 cuando, después de jubilarse y vender su casa de familia, se mudaron a departamentos separados en la ciudad de Chicago para explorar por primera vez la vida como parte de la comunidad LGBTQ.
Y a pesar de que los dos muy lentamente están explorando este nuevo mundo no tienen la intención de divorciarse pronto, se ven casi todos los días y quedaron como muy buenos amigos; la hija mayor se inscribió en la universidad y todos los días llama a la madre y al padre para saber como están, mientras que Cindy y Brado toman cada vez más consciencia de lo que durante demasiado tiempo le han escondido a los demás y a ellos mismos.
¡Nunca es demasiado tarde para "salir del armario", confíen!