Esta joven dejó de depilarse por completo: "A veces las personas me confunden con un hombre"

por Patricia Zorzenon

12 Septiembre 2021

Esta joven dejó de depilarse por completo: "A veces las personas me confunden con un hombre"
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Vivimos en una sociedad en donde a las mujeres y a los hombres se les imponen estándares de belleza y cuidado exterior que la mayoría de las personas ya da por sentado. Nadie de hecho pondría jamás en discusión el hecho que un hombre debe afeitarse con mucha menos frecuencia mientras que las mujeres son perfectas como son, pero sin pelos en su cuerpo. Si lo piensan bien, esta convención es solo fruto de las construcciones de nuestra sociedad, nadie nunca ha puesto por escrito como ley que una mujer no puede elegir vivir su feminidad con algunos pelos...¡de más!

via The Sun UK

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Conozcan a Bethany Burgoyne, una mujer que decidió desafiar las reglas preestablecidas de la sociedad y los estándares de belleza derivados dejando voluntariamente que le crezca el vello en su cuerpo; la mujer dice que ha comenzado este camino de auto-aceptación a los 27 años; antes de entonces siempre se había depilado, pero luego decidió tirar por la ventana las convenciones y prejuicios: "Gracias al camino que he emprendido entendí que podemos ser la persona que queremos ver en el espejo; para mi, ¡ese reflejo era el de una mujer que tenía pelos en el cuerpo y estaba orgullosa de mostrarlos!"

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Bethany dijo que, desde cuando dejó de afeitarse, muchas personas le llaman "hombre" pero esto no la ha desanimado, tanto es así que durante el peor período de la pandemia del Covid-19 y durante el confinamiento, la mujer tuvo también el tiempo de dejarse crecer un poco la barba en su mentón, ¡desafiando  las convenciones!

Con esta decisión tan radical, Bethany Burgoyne quiere inspirar a otras mujeres de su edad (pero también más maduras) a emprender su camino con convicción: no es cuestión de dejarse crecer voluntariamente los pelos en el cuerpo, sino de dejar a un lado los prejuicios y las reglas tácitas que encadenan la figura femenina en la sociedad occidental; toda mujer tiene el derecho de sentirse a gusto con su cuerpo, aunque las personas las critiquen o no.

Que la decisión de Bethany sea compartida o no, ha que decir que esta joven de 30 años tuvo el coraje de combatir a su modo las contradicciones de la sociedad en la que todos vivimos, dando a las mujeres de todas las edades un modelo en el cual inspirarse y con el cual luchar contra los prejuicios de género y las cadenas invisibles de la tradición.

¡A pesar de todo, muy bien Bethany!

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