Bebé de un año se pierde en el mar y es encontrada con su flotador a un kilómetro y medio de la costa

por Patricia Zorzenon

27 Julio 2021

Bebé de un año se pierde en el mar y es encontrada con su flotador a un kilómetro y medio de la costa
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Con el mar no se puede bromear: un momento de desatención puede costar realmente caro, sobre todo para los niños. Y es precisamente en Kelibia, un pueblo en la costa noreste de Túnez donde, afortunadamente, se evitó por una ráfaga la desgracia: una bebé en un pequeño flotador inflable fue arrastrada por el mar a un kilómetro y medio de la playa. Aquí las unidades de protección civil han sido llamadas para una intervención realmente increíble...

via Youtube / Daily Mail

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Un rescate fuera de lo común

Un rescate fuera de lo común

Pexels / Not the actual photo

Una niña de un año navegaba tranquila en su flotador rosa hacia el extenso mar , completamente sola. Para ella, regresar a la orilla, era imposible dado el fuerte viento y la corriente. El inflable, que debía ser un instrumento salvavidas, resultó ser extremadamente peligroso. En pocos segundos podría haber ocurrido una tragedia: hubiera bastado hasta incluso una ola más alta que las demás para volcar a la pequeña y a su pequeño bote.

En la playa, los padres se dieron cuenta tarde de la situación, pero después de búsquedas inútiles inmediatamente advirtieron a los rescatistas que, afortunadamente, actuaron con rapidez. Una lancha y una moto de agua inmediatamente se lanzaron al rescate de la pequeña que ya estaba a la deriva en alta mar. Imposible verla a simple vista desde la costa, si no era con el clásico binocular de baywatch.

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Pixabay

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Afortunadamente, el inflable no fue volcado por las olas, ni se desinfló debido a la larga permanencia en el mar: el bote mantuvo a la pequeña a flote hasta la llegada de los rescatistas. La velocidad de la respuesta de la intervención también descartó la posibilidad de una insolación de la pequeña naúfraga, que informaron inmediatamente a sus padres aterrorizados.

El mar no perdona y es, de hecho, una buena idea estar siempre atentos cuando los seres queridos deciden darse un refrescante chapuzón en el agua. Con más razón, la atención debería ser doble cuando un niño está solo entre las olas. Es suficiente un cambio en el viento para agitar al mar, haciendo casi imposible el regreso a la costa.

En estas situaciones, los botecitos o los salvavidas no siempre son instrumentos seguros contra las corrientes del mar. Las posibilidades que sean arrastrados mar adentro o volcados por las olas son realmente muy altas. Por estos motivos, no se pueden relajar pensando que de todas formas los hijos están equipados con un dispositivo salvavidas, porque, a veces, puede suceder lo inesperado igualmente.

A nuestros pequeños es mejor tenerlos siempre bajo control vigilándolos con ojos despiertos. Muy despiertos.

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