El experimento de una maestra nos muestra en modo claro que cosa significa no lavarse las manos y tocar la comida
Es una de las recomendaciones más comunes que los padres hacen a los hijos: lavarse bien las manos cada vez que se está por comer, no solamente para ello, es fundamental. Un gesto que, en su simplicidad, encierra una enorme importancia para nuestra salud y para aquella de los otros.
Aprender a hacerlo por costumbre es una cosa que debería adquirirse desde los inicios de la escuela. Para los más pequeños, de hecho, es muy útil entender que cosa significa mantener la higiene a partir de las manos. Una maestra de ciencias, con este propósito, ha decidido de poner en acción un experimento de verdad particular con sus alumnos, con resultados que es poco decir impresionantes.
via Indy100
La maestra se llama Jaralee Annice Metcalf, y enseña en una escuela norteamericana de Idaho. A través de un posteo compartido sobre su cuenta de Facebook, ha mostrado a todos aquello lo que ha hecho con sus estudiantes, en ocasiones al comienzo de la estación de la gripe. Exactamente avanzado el otroño y los comienzos del invierno, de hecho, los riesgos de contaminación se vuelven mayores y tomar a la ligera la higiene de las manos es un grave error.
¿El motivo? Lo ha compartido en modo claro Jaralee. El proyecto científico ha previsto que cada alumno tocara el pan fresco con las manos. Para la precisión, han sido tomadas 5 fetas, de las cuales una ha sido tocada con las manos después de haber utilizado la computadora escolar, una después de haberlas limpiado con desinfectante, otra después de haberlas lavado con agua y jabón, una ha sido tocada con las manos sucias, mientras la última ha sido exactamente mordida.
Las fetas de pan han sido puestas en bolsas cerradas herméticamente y después de casi 4 semanas, las diferencias en el modo en que habían sido tocadas salieron explícitamente. Basta mirar las imágenes para darse cuenta de aquello que las fetas de pan blanco han "ospedado" según las manos que las han manejado. Aquellas tocadas con las manos sucias o provenientes de la computadora escolar han evidenciado los peores resultados y ni siquiera las manos desinfectadas con el gel especial han terminado bien.
El posteo de la maestra ha despertado inmediatamente numerosas reacciones, volviéndose virales sobre la página web. Nos parece evidente, a la luz de este experimento simple pero significativo, que el único modo para evitar de difundir gérmenes y prevenir el comienzo de eventuales patologías sea, siempre e igualmente, recordarse de lavar bien las manos lo más seguido posible.
Obviamente no se sugiere de volverse exageradamente atentos a la higiene, quizás los límites de la manía. Incluso, refordarse de lavar las manos, que tocan todo es una práctica que da una valiosa ayuda a nuestra salud.
