La parábola del anciano que le responde a un joven maleducado: un modo para reflexionar sobre el respeto y sobre la relación entre generaciones

por Patricia Zorzenon

29 Mayo 2019

La parábola del anciano que le responde a un joven maleducado: un modo para reflexionar sobre el respeto y sobre la relación entre generaciones
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Sobre la web circulan historias de fantasía, secciones quizás de leyenda metropolitana o de hechos de crónica tomados de más fuentes, cada vez con algún particular modificado. No se trata de los llamados "búfalos", sino bien de una especie de fábulas modernas con una moral, el objetivo es aquel de enseñar alguna cosa y estimular la reflexión a través de la narración. Lo siguiente es sobre comparar generaciones y cómo los jóvenes casi siempre pueden aprender algo desde la vejez.

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Un día un grupo de teenager estaba transcurriendo la mañana en la playa, cuando en un momento uno de ellos, un joven de 18 años, nota un poco más allá un hombre anciano tirado al sol. Para ponerse en muestra delante a sus compañeros y hacerse unas risitas, el joven se levanta y se dirige hacia el desconocido atacandolo con un comentario.

Sin ni siquiera darle los buenos días o llamar su atención de manera descarada, comienza a decir en vos alta: "Vuestra generación ha crecido en una época primitiva, sin comodidad. Hoy nosotros tenemos internet, smarphone y computadoras, ustedes en vez que cosa tienen?".

Terminado de hablar el joven se dirige hacia sus amigos para verificar que lo hayan escuchado y sonríe complacido entronizado en pie delante al anciano. Este último con gran calma le restituye la sonrisa burlona y luego responde: "Perfectamente tienes razón: yo y aquellos de mi edad desde pequeños no teníamos la tecnología de hoy...y propio por esto la hemos inventado! Y tu en vez, dime: que cosa harás por las generaciones de mañana? Cual será tu herencia para el mundo, pequeño jovencito malcriado?".

Perdida de la audacia y la seguridad de un momento antes, el joven de 18 años se queda sin habla y marcha en retirada con sus compañeros. Su intención era simplemente hacer una escena graciosa, pero en cambio recibió una buena lección.

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Pixabay

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El simpático episodio pone en escena el eterno "conflicto" entre dos mundos muy lejanos entre ellos, diferentes en el mundo de pensar y de percibir la realidad. Como por cada cuento está en parte al lector entender o extraer el significado. Entre las posibles interpretaciones va de hecho subrayado que la sabiduría de la edad merece siempre respeto, cosa que la juventud a menudo olvida por motivo de la arrogancia.

Cada generación es llamada a hacer la propia parte, no solo para dejar una marca de si y vivir plenamente el propio tiempo. El deber de cada individuo es entregar el mundo que se la dado en forma de préstamo en condiciones mejores, para aquellos que vendrán después.

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