Quien ama a los animales está en perfecta armonía con el mundo
El hombre se jacta de ser aquel privilegiado, no solo porque está dotado de una mente superior sino por ser aquel elegido por Dios, en cualquier forma se presente y con cualquier nombre que venga llamado. También no obstante todos sus dones y capacidades hasta ahora ha sabido solo arruinar un mundo que en origen le ha sido prestado en perfecto estado. Aquello que los animales saben por simple instinto el hombre no ha logrado jamás a comprenderlo de verdad.
Desde cuando los individuos han comenzado a documentar la propia historia, las conquistas y el descubrimiento, emergen por poco en medio a los innumerables delitos cometidos contra sus semejantes y contra el planeta. Todas las otras criaturas que pueblan la tierra y que vienen consideradas "inferiores" porque son menos inteligentes, viven incluso desde siempre en un equilibrio natural con el ecosistema a la cual pertenecen.
El hombre ha sido en vez capaz de conquistar el espacio y proyecta colonizar otros mundos, pero se ha demostrado incapaz de preservar el propio. Por suerte siempre máa personas toman conciencia de de cuanto es funtamental proteger la propia casa y todas las especies que la habitan. Amar los animales y comprender de ser unidos a ellos en un todo uno con el ambiente quiere decir estar en armonía con lo creado.
Quien entiende esta verdad no se considera superior sino simplemente diferente, de hecho solo porqué está en posesiób de mayores facultades siente de tener el deber y la misión de defender seres puros e inocentes que tienen la conciencia de un niño. El hombre está en grado de hacer cosas que las otras especies no pueden, pero no por esto es el patrán de la tierra, sino solo el guardián.
Incluso sin afrontar el discurso del consumo animal se puede en cada caso gestionar también este ámbito con respeto y conciencia, sin abusar, aprovechar, humillar y maltratar todas las criaturas. Hay además una enorme diferencia entre estoque es de hecho tener placeres en mirar sufrir los animales o inflingir dolor en primera persona. El amore y la mirada para cada forma de vida se transforman en energía preciosa en aquello que luego se vuelve un círculo vicioso.
Los seres humanos deben dejarla de dañar, contaminar y ultrajar la naturaleza, aprendiendo de los animales la lección del verdadero compartir y de la verdadera sintonía con las fuerzas y los equilibrios de la naturaleza, por su bien y de todo el planeta.
