La neonata no recibe visitas en el hospital desde hace 5 meses. La enfermera que la asiste decide de adoptarla

por Patricia Zorzenon

06 Abril 2019

La neonata no recibe visitas en el hospital desde hace 5 meses. La enfermera que la asiste decide de adoptarla
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Quien trabaja en el hospital conoce historias de enfermedades y de sanaciones: a menudo las historias de pacientes son golpes que hacen mal también si se está en el hospital solo para desarrollar el propio oficio. Difícil, luego, ignorar el dolor cuanto compromete directamente a los niños indefensos.

Liz Smith es jefa en un hospital de Massachussets, Estados Unidos, en donde ha encontrado la niña que por caminos misteriosos de la vida se ha convertido luego en su hija. Aquí la emocionante historia.

via washingtonpost.com

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Gisele es una niña de grandes ojos azules y de escasos cabellos rubios. Ha llegado al hospital de Liz solo a los tres meses de vida, luego de haber sido dada de alta en otro hospital en donde había nacido.

su vida no ha sido fácil desde el comienzo: ha nacido de una madre toxicodependiente, que ha asumido sustancias estupefacientes incluso durante el curso de su embarazo. Gisel ha nacido con un síndrome de abstinencia, mucho tiempo antes del término: al nacer pesaba aproximadamente 900 gramos.

Liz ha entrecruzado su mirada en un día de trabajo cualquiera: ha pedido a los colegas quien era aquella bellísima niña de grandes ojos azules y como es que se encontraba allí. Viene así a saber que Gisel se estaba recuperando, que luego de haber sido alimentada cinco meses con un tubo ahora estaba mejor. Viene también a saber que la niña continuaba a estar sola, visto que ninguno en los cinco meses de permanencia en el hospital ha venido a verla.

Una noticia que partió el corazón de Liz: quería hacer cualquier cosa por ella pero no sabía bien que cosa. El tiempo en que Gisele podía quedar en el instituto estaba por terminar y en ausencia de una familia donde ir, habría sido destinada al horfanato.

 

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Liz, al mismo tiempo, llegaba al trabajo siempre con más entusiasmo, sabiendo que habría encontrado a la bebé. De pronto quedó claro lo que tenía que hacer. "Adoptaré a este niño, seré su madre", se dijo a sí misma. Al tener problemas relacionados con la fertilidad y haber crecido sin una madre, no podía permanecer indiferente.

Luego de haber hecho el pedido de adopción y dando prisa a la formalidad, llegó finalmente la buena noticia: la familia de origen de Gisel habí perdido cada derecho, no teniendo los medios para poder hacer crecer a la pequeña. Una mezcla de alegría y tristeza se empadronan de Liz: una victoria para ella significaba la pérdida para la otra familia, sobre todo para Gisele. Pero en lo profundo, sabía que esto habría significado solo lo mejor para la niña. 

"Desde el momento que la he encontrado ha habido alguna cosa detrás de sus ojos azules que ha capturado mi atención. He sentido el deber de amar a esta niña y de tenerla al seguro. Tenía problemas de desarrollo y no veía la hora de llevarla fuera del hospital y hacerla crecer finalmente como los otros niños", ha dicho Liz.

Ahora Liz y Gisele son oficialmente madre e hija: juntas han hecho grandes progresos. Ambas, gracias al encuentro recíproco, han conocido el comienzo de una nueva y emocionante vida!

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