Cliente se equivoca al darle el cambio a un repartidor: él saca de su propio bolsillo el dinero que falta
Los errores en la vida lamentablemente suceden, más bien afortunadamente: ¿mucho de lo que aprendemos no es quizás debido a las experiencias negativas que acumulamos? Es cierto, hay errores y errores...
Afortunadamente, en la historia que vamos a contarles, el error de un hombre ha sido -al final- motivo de gran satisfacción para otro. Pero tratemos de aclarar un poco las cosas: un repartidor estaba haciendo su trabajo habitual cuando se encontró con una situación poco agradable con un cliente...
via Excelsior
José Luis es un repartidor que trabaja para un restaurante, Betos, que vende pescado y mariscos: el hombre hace entregas a domicilio llevando comida a muchos clientes fieles.
Su trabajo consiste, entonces, en ir y venir desde el negocio hasta los domicilios de los clientes y viceversa. Pero José tuvo un gesto que no pasó desapercibido mientras hacía su rutina laboral.
Todo sucedió una tarde cualquiera mientras el repartidor intentaba entregar el almuerzo a un cliente. Aquí sucedió algo que hizo que el cliente exclamara: "¡Existen pocas personas en este planeta como tú!"
Lo que sucedió fue tan sencillo como emocionante: el cliente había recibido su entrega de comida, pero se había equivocado en dar el cambio a José, terminando pagando esa comida más cara de lo que debería haber sido.
Entonces el repartidor dejó esa casa listo para regresar al negocio, sin embargo, luego se dio cuenta del error que hubo. Entonces se dio media vuelta y regresó inmediatamente a la casa de esa persona para devolverle el dinero: el cliente, Alex, estaba incrédulo ante ese gesto. No solo quiso agradecer de corazón a José: hizo mucho más.
Se lo dijo a sus jefes: llamó al restaurante y contó los hechos elogiando tanto al hombre como al restaurante por tener empleados tan dedicados a su trabajo. José fue elegido como empleado del mes y el dueño del restaurante ¡decidió regalarle un televisor completamente nuevo! Es el caso de decirlo: ¡a veces ser generosos tiene su recompensa!
