Niñera obtiene su diploma a los 51 años: "después de tanto trabajo duro logré cumplir mi sueño"

El trabajo de niñera puede ser un trabajo difícil a veces, pero es un trabajo que permite pagar las facturas y a menudo no requiere de una educación superior. Sin embargo, para Lyn Thomas, que trabaja como niñera hace más de 30 años, lograr obtener una educación superior siempre ha sido su sueño, independientemente del trabajo que sigue haciendo con orgullo. Por eso no se dio por vencida y decidió volver a los libros apenas encontró un momento propicio para hacerlo: a los 45 años decidió estudiar para obtener su diploma, con el objetivo de ingresar a la Universidad y la consecuente licenciatura.

via Bmcc

Ahora es la orgullosa dueña de un título de asociado y de una licenciatura en salud pública en la Universidad Borough of Manhattan Community. Cuando Thomas tenía 18 años se mudó de la isla del caribe de Granada a Nueva York para estar con su madre. Al final encontró trabajo como niñera y empleada doméstica. A los 26 años dio a luz a su hija y a lo largo de las décadas vivió el final de dos matrimonios.

La mujer había soñado durante décadas con completar sus estudios, pero las dificultades de la vida ralentizaron el logro de su objetivo. A pesar de las adversidades, Thomas no se rindió: a los 48 años obtuvo su diploma de bachillerato y después de anotarse en la Facultad de Salud Públlica, obtuvo su tan deseado título universitario a los 52 años. A pesar de ser la más grande de los estudiantes universitarios, Thomas acaba de comenzar. Tiene la intención de seguir con su formación en la Universidad de Hunter, con la esperanza de lograr su objetivo final de proporcionarle a su comunidad el acceso a una mejor atención médica y a opciones de alimentación saludables.

Thomas, finalmente, tiene algunos sabios consejos para los adultos que piensan que no están calificados o que son demasiado viejos para ir a la universidad. "Nunca uno es demasiado viejo para conseguir un diploma de bachillerato, ni para inscribirse en la Universidad. Cuando recibí la carta de aceptación, estaba nerviosa y asustada", comentó.

Inicialmente tuvo dificultades y pensó en abandonar la Universidad después del primer semestre. Pero luego conoció a la profesora Vanessa Rozzelle y desde allí todo cambió: "No logro expresar las palabras correctas de gratitud al decir lo extraordinaria que es la profesora Rozzelle, ella me animó durante todo el trayecto", comentó Thomas.

Y nosotros solo podemos felicitarla por haber logrado cumplir su mayor sueño.