Joven de 22 años renuncia a un trabajo de 8 horas al día por 480 euros al mes: "No puedo vivir así"

por Patricia Zorzenon

18 Septiembre 2022

Joven de 22 años renuncia a un trabajo de 8 horas al día por 480 euros al mes: "No puedo vivir así"
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El mundo del trabajo, sobre todo en algunos países, parece estar configurado para desanimar a los jóvenes graduados y licenciados. Salarios muy bajos y horarios full-time que no les permiten detenerse ni siquiera por un segundo. Hay quienes experimentan la semana laboral más corta y quienes, en cambio, no ven la hora de "exprimir" al máximo los nuevos recursos, con la intención de ganar cada vez más. La experiencia de Marco, un joven de 22 años, es emblemática: acudió a una entrevista de trabajo para trabajar en un bar lujoso, esperaba que el trabajo fuera suficiente para poder emanciparse de su familia. Fue solamente durante la entrevista que se dio cuenta lo decepcionante que era la situación.

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Pexels / Not the actual photo

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Habiendo recibido una oferta para una entrevista de trabajo, Marco acudió al bar en el que debería hacer su trabajo en caso de ser contratado. La entrevista comenzó con un discurso motivacional de los gerentes del lugar, que apuntaron mucho sobre la importancia de trabajar en un ambiente especial y lujoso como el de su bar, pero luego siguió tomando un mal giro. El mismo Marco contó la entrevista de esta manera:

"Luego de explicarme la historia del lugar, durante el relato nos querían enfatizar que era un bar lujoso. Solo un poco más tarde, me aclararon cuáles serían mis funciones y mi horario laboral. Tendría que trabajar ocho horas al día, seis días a la semana. Al final de todo el discurso motivacional, de lo hermoso que era lo que me estaban ofreciendo, me dijeron que el salario mensual sería de 450 euros. No pude hacer otra cosa que rechazar".

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Después de un año de trabajo, el salario de Marco llegaría a unos 900 euros. Un contrato así no debería ser aceptado por nadie, más aún por un chico que ni siquiera es su primera experiencia laboral. Horarios excesivos y salarios miserables hacen que sea muy difícil aceptar ofertas como estas, si bien existe la necesidad de trabajar. Lamentablemente, hay muchos chicos que para ganar algo se ven obligados a aceptar incluso estas situaciones de explotación, alimentando así el círculo vicioso desencadenado por el empleador de mala fe. 

El joven Marco decidió dar un paso hacia atrás con respecto al sector de los restaurantes y volvió a ser albañil. El trabajo que le habían ofrecido, lamentablemente, no le permitía vivir de forma independiente, sin tener que pesar sobre los hombros de sus padres. ¿Ustedes qué hubieran hecho en su lugar?

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