Adoptada de niña, descubre que tiene un hermano: "nos vimos durante 7 años sin saber nada"
La mayoría de las personas adoptadas sienten el deseo de conocer a sus propios orígenes, a veces por curiosidad, a veces por "sentido de pertenencia". No todos tienen la suerte de tener éxito, pero Christina Sadberry tuvo al Universo entero de su lado. La mujer había sido dada en adopción con tan solo tres meses y aparentemente fue a los mismos lugares que su hermano biológico, Raymond Turner, durante 7 años: los pasillos del Hospital de Niños Cook de Fort Worth, en Texas, Estados Unidos.
via People
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Christina creció en Austin y comenzó a buscar a su familia biológica en el 2006. Inmediatamente encontró a su madre, pero la mujer no le dio información ni de su padre biológico ni tampoco de la existencia de eventuales hermanos. "Confié en sus palabras y me di por vencida", contó. Luego, en el 2014, Christina decidió investigar para conocer mejor sus orígenes, descubriendo que solo tenía primos lejanos.
En el 2021, la esposa de Raymond, Maria, animó a su esposo a hacer lo mismo. También Raymond creció en Texas, en Hempstead. Él y su hermano menor fueron cuidados por su abuela materna y sabían que tenían un hermanastro y una hermanastra, pero no una hermana biológica. "No tenía la más mínima idea", dijo. Cuando leyó los resultados de la prueba se quedó sin palabras: "Pensé: "No puede ser. Se equivocaron". Me señalaban la presencia de una hermana biológica. Iba a descartar todo pensando que había sido un grave error", dijo. Luego, en cambio, le envió a Christina un mensaje a través del lugar al que ambos acudieron y se puso en contacto con ella.
"Cuando me contactó, me emocioné mucho", explicó Christina. Los dos decidieron encontrarse descubriendo que tenían el mismo padre biológico. También descubrieron que probablemente se habían cruzado en los pasillos del hospital pediátrico Cook muchas veces durante los últimos 7 años. Raymond trabajaba como productor en el estudio de grabación del lugar y los dos contaron que probablemente hubo 15 o 20 veces en las que estuvieron allí en el mismo momento y sin saberlo.
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El día en el que hicieron el descubrimiento, Christina se encontraba allí para un control y vio a un hombre con camisa roja que tocaba el teclado dentro del estudio: ese hombre era Raymond. El hombre comenzó a llorar apenas la vio. "Abrazarlo me hizo sentir como en casa", dijo Christina. Inmediatamente los hermanos establecieron un vínculo. Descubrieron que vivían a 45 minutos de distancia uno del otro y que comparten amor por el mismo helado de mantequilla y nuez: hasta incluso pidieron el mismo plato cuando fueron a Olive Garden.
Al poco tiempo, los hermanos participaron a los juegos y graduaciones de sus respectivos hijos y pasaron juntos los días más importantes, como el día de la madre y del padre y sus cumpleaños. "Mi mundo ahora está completo", dijo Christina. "Es lo que me faltaba".
¡Nosotros le deseamos toda la felicidad del mundo!
