"Salgo a menudo a cenar con mi perrito, comemos a la luz de las velas y él sabe escucharme"

por Patricia Zorzenon

30 Agosto 2022

"Salgo a menudo a cenar con mi perrito, comemos a la luz de las velas y él sabe escucharme"
Advertisement

Muchas personas consideran a sus mascotas como mejores amigos: para ellos son verdaderos miembros de la familia, dado que viven bajo el mismo techo y los cuidan hasta el final, recibiendo a cambio un cariño incondicional. En estos últimos años cada vez más locales, hoteles y establecimientos balnearios se convirtieron en "pet friendly", es decir, apto para mascotas, de manera que puedan pasar también las vacaciones y una cena afuera con tu perro y en algunos casos, incluso con tu gato.

Una mujer inglesa seguramente apreció esta posibilidad y decidió crear una rutina propia con su amado perrito. Les contamos sobre ella.

via Mirror

Advertisement
Pexels - Not the Actual Photo

Pexels - Not the Actual Photo

Helen Hallford es una mujer de 53 años que desde hace algunos años le encanta ofrecer a su perro Tommy la posibilidad de comer periódicamente en el pub local: no hay nadie más con quién preferiría compartir riñones y puré a la luz de las velas.

Helen, que vive y trabaja en Warwickshire, se separó de su esposo y comenzó a salir sola con Tommy. "Me encanta salir con él. Es mi cita preferida absolutamente. Sé que soy un poco rara. La primera vez que salimos juntos ha sido lo mejor que me pasó".

En Año Nuevo del 2019, Helen y Tommy, un mestizo pequeño de cinco años, se alojaron en un hotel de Bournemouth. "Les dije que quería cenar con mi perro y me pusieron en una habitación separada", contó Helen. "Cenamos a la luz de las velas con siete platos y un mesero para nosotros solos. Cuando todos terminaron de comer, nos unimos al restaurante y bailamos juntos un lento frente a la banda. Todos los huéspedes nos miraban y sonreían: fue maravilloso". Desde entonces, se convirtió en una cita fija.

 

Advertisement
Pexels - Not the Actual Photo

Pexels - Not the Actual Photo

"Tratamos de salir dos o tres veces por mes y luego vamos al pub local para San Valentín y para mi cumpleaños", continuó Helen. Si bien todo esto puede parecer "triste", dado que -siendo un perro- el pequeño Tommy no puede ciertamente emprender una conversación con Helen en la mesa, la mujer explicó que su presencia es de gran compañía: el perrito escucha y "responde" a sus charlas.

"No me quita los ojos de encima, mueve la cola y se sienta siempre junto a mi. Es muy educado. Cuando ceno sola, los extraños no me hablan nunca, pero cuando estoy con Tommy, conozco muchas personas y hablo con ellas", explicó. "Mi vida no sería la misma sin Tommy y yo no me imagino mi vida sin él. Es muy especial para mi".

¿Qué piensas de su original costumbre?

Advertisement