"Métete en tus asuntos": luego del reproche, no le advierte al vecino que la policía le está secuestrando el auto

por Patricia Zorzenon

06 Mayo 2022

"Métete en tus asuntos": luego del reproche, no le advierte al vecino que la policía le está secuestrando el auto
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No es fácil tener que lidiar con los vecinos, especialmente si estos son hostiles, pero mucho menos se puede obligar a las personas a llevarse bien. Los problemas pueden nacer por cualquier cosa: el color de la cerca, los ruidos a altas horas de la noche, la música demasiada alta, los perros que ladran a todas horas, etc. Comprar una casa, o también alquilar, siempre es un desafío con lo que respecta a la convivencia con los vecinos. Un usuario en Reddit contó un episodio que le sucedió al abuelo hace un tiempo, en el que su vecino había tenido un comportamiento particularmente hostil y gruñón hacia él. El karma se encargó de reequilibrar luego la situación.

via Reddit

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Wikimedia / not the actual photo

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El abuelo se había mudado a una especie de hogar de ancianos compuesto por casas individuales, en una zona consideada una reserva natural. Se puede decir que el abuelo no tenía un patio, por lo pequeño que era su espacio exterior, mientras que su vecino podía presumir de un hermoso patio de más de dos metros más grande que el de él. Al abuelo no le importaba mucho y desde su primer día allí trató de ser amistoso con todos sus vecinos. Un día, el abuelo vio que su vecino estaba arreglando su patio y particularmente estaba colocando costosas baldosas en el piso para exteriores, que se extendían desde la puerta trasera hasta los viejos postes de la cerca que marcaban los límites de la reserva. Sin preocuparse por nada, el vecino había quitado los tres postes de la cerca, moviéndolos más de un metro hacia atrás, para ganar espacio para su entrada asfaltada.

El abuelo, que había trabajado para los servicios del parque nacional desde joven, pensó que era mejor advertirle a su vecino con respecto a las consecuencias de sus acciones. Esta inquietud, sin embargo, no fue tomada muy bien por el vecino, que inmediatamente se puso a la defensiva: "Tú eres nuevo aquí, yo hace 10 años que vivo aquí" por lo tanto "Métete en tus asuntos". En ese momento, el abuelo decidió que no insistiría más.

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Pixabay / Not the actual photo

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Las consecuencias, para el vecino, no fueron inmediatas, pero fueron de todas maneras desastrosas. Al año siguiente, la zona se había vaciado por las vacaciones de verano y también el vecino del abuelo estaba fuera de su casa. En ese momento, las autoridades locales vinieron a verificar que todo estuviera en regla y que la reserva natural estuviera preservada correctamente. Durante algunos días el abuelo vio a estas personas fotografiar y tomar las medidas del exterior de la casa de su vecino, hasta que trascendió que el vecino había ampliado ilegalmente el espacio de su patio, pavimentándolo para poder estacionar su carrito de golf y otro auto deportivo. Las autoridades dejaron varios avisos y el abuelo los leyó todos: el vecino había invadido su terreno protegido y ahora tenía 30 días para mover sus autos, quitar el asfalto de la entrada y pagar una multa de $11.000 debido a los daños sufridos a las especies en vía de extinción que viven en esas tierras protegidas, así como también la tasa de allanamiento. En caso contrario, pasando los 30 días, le secuestrarían su carrito de golf y su automóvil, destruyendo las tejas y llevándoselo pagando él los gastos, y la multa aumentaría todos los días, a partir de la fecha de vencimiento.

Flickr / Inventorchris / Not the actual photo

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Los 30 días pasaron sin que el vecino se diera cuenta de nada, dado que estaba fuera de la ciudad. Las autoridades quitaron su entrada y se llevaron sus autos, precisamente como habían avisado. Pueden imaginar lo furioso que estaba el vecino, cuando regresó a su casa y descubrió lo que había sucedido. Un día se encontró con el abuelo fuera del patio y lo acusó de no haberle advertido sobre lo que estaba pasando: "Pues, ¿por qué no me has llamado cuando los viste poner carteles en mi puerta? ¡Tenías mi número!". El abuelo no pudo evitar responderle como un año atrás había oído a su vecino: "Había pensado en avisarte sabes, ¡pero luego pensé que era mejor meterme en mis asuntos!".

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