La gatita le salva la vida a su dueña saltando sobre su panza: no sabía que tenía un tumor

por Patricia Zorzenon

24 Marzo 2022

La gatita le salva la vida a su dueña saltando sobre su panza: no sabía que tenía un tumor
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Gill Kelly, una mujer de 56 años, no tenía idea que estaba enferma hasta cuando su gato inconscientemente se lo advirtió. ¿Pensaban que una mascota no puede salvarle la vida a un ser humano? Bueno, la historia de Gill es una de las tantas en las que muestran claramente cuán valiosos pueden ser nuestros amigos de cuatro patas. La mujer inglesa creía que había entrado en la menopausia, sin sospechar que los síntomas que tenía podían estar ligados a algo más grave. Un día, sin embargo, su gatita aterrizó sobre su panza, comprimiendo el abdomen tanto que la mujer gritó del dolor. Ese dolor ciertamente no podía ser normal y de hecho, luego de algunos exámenes médicos, Gill descubrió la verdad.

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Pexels / Not the actual photo

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¿Cuántas veces hemos escuchado historias de perros o de otros animales heroicos que le salvan la vida a su dueño? Es normal que una criatura que ha recibido amor y cuidados esté apegada a su familia y que lo demuestre incluso en los momentos más difíciles para su dueño. Hemos contado historias de perros y gatos que, de alguna manera, "sentían" la enfermedad de sus dueños y que intentaron de todas las formas advertirles. En 2017, la gatita de Gill, una mujer de 56 años que vive en Huddersfield, en Yorkshire occidental (UK), inconscientemente le salvó la vida a su adorable dueña, saltando sobre su estómago. Ese día, Gill notó un dolor punzante en el abdomen, que la obligó a gritar. Su esposo, preocupado por esa reacción, le sugirió hacerse ver de inmediato por un médico.

Luego de algunas constataciones, Gill descubrió que su gatita Humbug había saltado sobre un tumor de 2 kg que hasta ese momento se había totalmente ignorado. La mujer no estaba entrando en la menopausia como creía, sino que tenía cáncer de ovarios.

 

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Gracias a una cirugía muy exitosa, el tumor fue extirpado y Gill pudo regresar a su vida de siempre: "Si no hubiera sido por Humbug, hubiera seguido soportando las molestias que tenía, lo que significa que el cáncer estaría más avanzado y sería menos fácil de curar".

Gill no esconde su ansiedad sobre un posible regreso del cáncer que amenace su vida, pero está aprendiendo a controlar sus miedos y abrió la puerta de su casa a otros dos gatitos, Felix y Bolt. Ciertamente siempre estará agradecida a estos fantásticos animales que, de alguna manera, literalmente le han salvado la vida.

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