Mujer despedida por haberse ausentado del trabajo después del fallecimiento de su perro: "Es como perder un hijo"
Cualquiera que reciba a un perro en su casa, sabe bien que tan importante puede llegar a ser la relación de amistad, amor y lealtad con el animal. Es por esto que, cuando, después de años, llega el momento de decirles adiós, se abre una herida sin precedentes en nuestro corazón. Decir adiós a nuestro perro no es fácil y es normal entristecerse por una pérdida así. Wendy O'Grady, sin embargo, una mujer de 47 años, que vive en Egham en el Reino Unido, se ausentó al trabajo durante dos semanas después de la muerte de su Labrador color chocolate. Una ausencia por duelo no muy bien apreciada por sus empleadores, que decidieron despedirla. La pobre Wendy, sin embargo, fue clara: "Es como perder a un hijo".
via Mirror
Wendy y su esposo Mike no pueden tener hijos y la llegada de Zac, un Labrador cachorro color chocolate, en sus vidas ha significado otro tipo de paternidad para la pareja. Para los dos ha sido como tener un hijo, por eso su pérdida, después de 12 años que vivieron juntos, significó un golpe al corazón. "Desde el primer momento en el que lo vi, mientras estábamos sentados en el asiento trasero del auto, me enamoré de su dulzura", recordó Wendy.
Después de la pérdida de Zac, la mujer se ausentó a su lugar de trabajo durante dos semanas, para llorar a su amado perro. Lamentablemente, al no haber licencia para la pérdida de una mascota, la mujer fue despedida por ausencia injustificada.
Además, el estrés de Wendy se intensificó cuando, además de la pérdida de Zac, tuvo que afrontar una desagradable situación con un familiar en el hospital. Sin embargo, lo que más afectó al colapso mental de la mujer fue seguramente el hecho de no haber hablado bastante de su dolor por la pérdida de su perro: "Las personas parecían incómodas cuando les hablaba", cuenta. Lamentablemente, solamente quienes han tenido por muchos años a un amigo de cuatro patas fiel y amoroso puede comprender al 100% lo doloroso que es perder a un amigo así. Para Wendy y Mic, Zac era como un hijo y a pesar de que tendrán otros perros, no se olvidarán jamás de su hermoso Labrador marrón, que tanto ha iluminado sus días.
¿Qué tan apropiado sería crear una licencia o permisos especiales de trabajo, para poder llorar por la propia mascota? ¡Escríbanlo en los comentarios!
