"Eres demasiado vieja para tener un hijo": mujer ignora las críticas y trae al mundo a una bebé a los 51 años

por Patricia Zorzenon

24 Julio 2021

"Eres demasiado vieja para tener un hijo": mujer ignora las críticas y trae al mundo a una bebé a los 51 años
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La maternidad es un tema delicado para muchas mujeres. En algunos casos (y por diferentes factores), para tener un hijo no es suficiente con desearlo. Hay mujeres que pasan muchos años tratando de concebir un hijo para luego ver cómo sus esperanzas se derrumban ante otro test negativo. Esta condición puede llevar a un estrés psicológico bastante fuerte; no es fácil acudir a clínicas y hospitales para intentar encontrar una respuesta que pueda ponerle fin a esta espera tan sufrida. En los casos más duros, en cambio, otras mujeres ansiosas por tener un bebé deben lidiar con una realidad aún más dolorosa, y es que nunca podrán sentir la alegría de convertirse en madres.

via The Sun UK

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Susan Rufrano-Waitzman/Facebook

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En el pasado se convertía en madre desde muy joven. Algunas de nuestras abuelas concebían niños con tan solo 20 años (y todavía sucede hoy). Generalmente, según los testimonios de los médicos, es preferible intentar tener un hijo antes de los 30 años; esto porque, una vez superados, concebir puede ser un poco más difícil. Hablando de la maternidad, hoy queremos contarles la historia de Susan Rufrano-Waitzman, una amorosa madre que, con 51 años, después de años de larga y turbulenta espera, logró cumplir su sueño al dar a luz a su primer hija.

La vida de Susan era muy caótica. Cuando te encuentras a merced de tus compromisos, sobre todo si son numerosos, se hace muy difícil incluso el sólo pensar en traer un hijo al mundo, que una vez nacido tiene todo el derecho de recibir cuidados y atenciones. La cereza de la torta eran sus relaciones: Susan aún no había encontrado un hombre que pudiera convertirse en el padre de sus hijos. A los 44 años, la mujer lo encontró y se enamoró de Josh Waizman, el que se convertiría en el amor de su vida. El vínculo que los unía era tan fuerte que, después de solamente un año, los dos decidieron casarse y tener una familia. Desde aquí en adelante el camino fue todo cuesta arriba.

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Susan Rufrano-Waitzman/Facebook

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Susan quedó embarazada por primera vez a los 46 años. Las primeras semanas fueron maravillosas y Susan estaba muy emocionada por la nueva vida que crecía en su vientre. A la novena semana, sin embargo, la mujer sufrió un aborto espontáneo y el mundo se le derrumbó sobre ella. A pesar del inmenso dolor por lo sucedido, el deseo de convertirse en madre crecía cada vez más en el corazón de Susan, que tenía a su lado a un esposo tan luchador como ella. Lo que era cierto es que ambos no se detendrían jamás.

La pareja recurrió a la ciencia e intentó la fertilización in vitro, fracasando dos veces. Dada la edad y los numerosos y vanos intentos, los médicos le propusieron a Susan la donación de óvulos. A pesar de que esta propuesta podría ser el rayo de luz para la pareja, la mujer decidió seguir intentando con la fertilización in vitro, convencida de que su perseverancia y su determinación darían sus frutos.

Susan Rufrano-Waitzman/Facebook

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Y efectivamente así lo hizo. Después de 5, largos años, con 50 años, Susan quedó embarazada durante su tercer ciclo de fertilización in vitro y 9 meses después, ahora con 51 años, dio a luz a Morgan, su hija. El momento del parto fue preocupante y agotador: con cada contracción los latidos del corazón de Morgan disminuían y como si esto no fuera suficiente, la pequeña estaba perdiendo oxígeno. Dada la situación, para salvarle la vida a la niña los médicos se vieron obligados a intervenir a través de una cesárea. Todo salió bien y hoy la pequeña Morgan goza de una buena salud.

A pesar de las dificultades pasadas entre el embarazo que tardaba en llegar y el parto arriesgado y difícil, Susan debe enfrentarse a los prejuicios de la gente, que con 51 años la etiquetaron como "demasiado vieja para tener un hijo". Las palabras de los demás resonaron en ella incluso durante su dura batalla por intentar concebir, que a estas alturas la daban por muerta (dada su edad) y que habría hecho mejor en darse por vencida. Pero el objetivo de Susan era demasiado importante para complacer los rumores de los demás y, superando las críticas, la mujer logró demostrar que también a su edad concebir un hijo es posible.

Susan Rufrano-Waitzman/Facebook

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Susan no sintió "el peso de la edad" en absoluto. El hecho de tener un hijo con 51 años no la hacía sentir menos madre que las más jóvenes y lograba enfrentar la maternidad enérgicamente. Además, según la mujer existe un lado positivo y maravilloso en ser madre a su edad, que es el de poder transmitirle a tus hijos consejos y valores aún más sabios y llenos de experiencia, que sin dudas serán útiles para afrontar la vida. Si Susan se hubiera dejado convencer por quienes le decían que no lo lograría, muy probablemente nunca hubiera sentido la alegría de convertirse en madre y hoy no podría tener entre sus brazos a su hija. ¡Pero no termina aquí! Susan, con 56 años, quisiera ser nuevamente mamá. Su deseo más grande es el de darle a la pequeña Morgan no uno sino dos hermanos o hermanas.

Leyendo la historia de Susan podemos darnos cuenta del hecho que vivimos en una sociedad en donde las personas tienden a determinar lo que es correcto y lo que está mal para los demás. A veces parece que juzgar las decisiones de una persona es mucho más fácil que intentar comprender sus motivos. Si debiéramos escuchar los comentarios de los demás no haríamos la mayoría de las cosas que quisiéramos hacer, reduciríamos a la mitad nuestras experiencias y abandonaríamos nuestros mayores sueños.

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