A los 83 años quiere cambiar de vida y comienza a viajar en casilla rodante: "¡Me siento de nuevo joven!"
La vida es más breve de lo que se cree y justo por eso, es necesario vivirla lo mejor posible. Sara Vallejo es una mujer de 83 años que no ha perdido el espíritu por la aventura y por las novedades y hoy su historia es una pequeña fuente de inspiración para quien, como ella, quiere ver el mundo y sentirse "en casa". La dulce señora, de hecho, viaja sobre una casilla rodante por Argentina, su tierra natal y no cree absolutamente que su edad pueda ser un obstáculo en la realización de sus sueños. La mujer también hizo una casita de madera en Tucumán, pero todos saben que su "verdadera casa" es la casilla rodante. "Cuando estoy al volante me siento de nuevo más joven y linda!" ha declarado con una sonrisa Sarah, con la intención de explicar la fuerte emoción que le provoca guiar el vehículo y encontrar nuevas personas.
via Youtube / 80 Años No Son Nada Sara Vallejo
Sara no había jamás guiado una casilla rodante o un vehículo de grandes dimensiones, pero aceptó muy gustosamente el desafío propuesto graciosamente por un amigo suyo: "¿Hiciste parapente o guiaste alguna vez un camper?". Dicho y hecho: después de haberse divorciado, Sara ha decidido regalarse esta nueva experiencia, entusiasmada por las novedades. Sara representa un verdadero ejemplo a seguir por cuanto respecta el querer afontar los propios miedos y experimentar siempre las novedades: "No había guiado jamás un vehiculo de grandes dimensiones, ni un furgón, ni un camión. No sabía como se calculaban los siete metros de largo del camper o como se usaban las seis ruedas. ¡Pero apenas puse en marcha el motor, después de poco me pareció que guiaba un Fiat 600!" ha recordado Sara.
Youtube / 80 Años No Son Nada Sara Vallejo
La mujer ha declarado haber encontrado muchas personas buenas y prontas para ayudar al prójimo a lo largo del camino. Ella misma cuenta haber estado bloqueada con los frenos rotos sobre un tramo montañoso, pero recibió ayuda después de 2-3 horas por una pareja que viajaba con un niño y un perro. Sara se quedó con ellos por poco tiempo hasta resolver su problema del camper.
Durante sus viajes, Sara encuentra muchas bellas personas; algunos le proponen viajar con ella y guiar, ella los pone un poco a la prueba, pero luego les hace seña que su lugar es su asiento de pasajero: ¡Sara no renuncia fácilmente a la locura de conducir su camper!
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"Siempre he tenido en mente algo que me mantiene en vida. Cada día es único e irrepetible...¡No me siento vieja! El cuerpo no me asiste siempre, pero mi cabeza y mis ganas de vivir si...tengo toda la vida por delante y puedo continuar viajando" ha dicho Sara y quizás, podremos atesorar también nosotros su bella filosofía de vida.
