El perro sigue a escondidas a los niños a la escuela y termina en la oficina del director: una escena divertida

por Patricia Zorzenon

17 Noviembre 2020

El perro sigue a escondidas a los niños a la escuela y termina en la oficina del director: una escena divertida
Advertisement

Transcurrir la infancia con un perrito en casa, significa tener un amigo especial desde el principio. Un amigo que en cuanto a afecto, lealtad y protección es prácticamente inigualable desde el primer momento en que ha entrado en la casa. Sandy es un perrito totalmente premuroso y atento a las necesidades de cada componente de la familia, que siempre tiene el deseo de tener todo bajo control y de saber exactamente donde cada uno de ellos se encuentra. No asombra entonces, que tenga siempre ganas de seguir a todos, a cualquier lado que vayan. Por ejemplo, Sandy quiere seguir siempre a sus jóvenes patrones mientras van a la escuela: es una tentación muy fuerte aquella que se deja ir cada mañana, siguiéndolos con la esperanza de no ser visto.

via Facebook / Karen Manthey

Advertisement
Facebook / Karen Manthey

Facebook / Karen Manthey

Una mañana Sandy ha logrado en su iniciativa de seguir a los niños hasta la escuela; ninguno de ellos se dio cuenta de su presencia mientras caminaban para llegar al instituto . El dulce perro, como ha explicado también "mamá Karen", siempre hace así, cada santo día intenta de seguir a los niños a la escuela para tenerlos bajo su mirada. Es un instinto que conserva también cuando la familia se divide para las vacaciones y él se encuentra yendo y viniendo los pocos kilómetros, con tal de tener a los dos grupos familiares bajo control. Cuando los niños se dieron cuenta de la presencia de su perro, lo han "enviado derecho a la oficina del director" para que se calme un poco.

Advertisement
Facebook / Karen Manthey

Facebook / Karen Manthey

El celular de Karen, en aquel momento, era inalcanzable y el director no ha logrado contactarla para pedirle que fuera a buscar a su perro. Sin embargo, la escuela ha permitido a la hija más grande de volver a pie a la casa, para llevar a Sandy a un lugar donde sea más apropiado. El camino de recorrer es de verdad breve, por eso la escuela se lo ha permitido. Karen no podía creer lo que veía cuando la hija volvió con Sandy a su lado. La mamá fue a la escuela para disculparse, pero el personal y el mismo director han tranquilizado a la mujer, refiriéndose a la escena más bien como algo divertida y surrealista que el perro ha logrado crear. Todos se habían divertido y sonrieron por un poco gracias a la insólita presencia de Sandy.

El perro, igualmente, no se ha arrepentido nunca de aquella pequeña fechoría. Probablemente ahora la familia deberá tenerlo un poco bajo control, ¡para evitar que participe directamente de las lecciones de los niños en la escuela!

Advertisement