Un atleta pierde a propósito la carrera cuando ve a su adversario perder accidentalmente en la linea de meta

por Patricia Zorzenon

18 Agosto 2020

Un atleta pierde a propósito la carrera cuando ve a su adversario perder accidentalmente en la linea de meta
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Palabras como el juego limpio e integridad al día de hoy suenan siempre más lejanas y vacías. En casi todos los contextos de la vida, las personas que siguen las reglas por amor de la justicia y de la cortesía están ya en vía de extinción. 

Sin embargo hay un sector en el que todavía es lindo creer que estos valores importan y que conservan tal significado. Se trata del deporte, en donde cada disciplina debería ser caracterizada por estos conceptos fundamentales. El episodio de hoy debería ser de ejemplo para todos.

via El Pais

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Calleja/Diario de Navarra

Calleja/Diario de Navarra

El atleta español  Iván Fernández Anaya estaba participando en una carrera a fondo, en la ciudad de Burlada, en la región de Navarra. Se trata de una especialidad de la carrera con una distancia de 3 kilómetros. Estaba en real desventaja respecto a Abel Mutai, cuando se dió cuenta que su adversario de repente comenzó a bajar la velocidad.

El atleta keniano estaba convencido de haber llegado a la meta, mientras tenía todavía más de 10 metros por recorrer. Anaya se dió cuenta del error cometido por su adversario, aún así decidió no aprovecharse y comenzó a disminuir su velocidad, perdiendo de esta manera a propósito. Alcanzó a Mutai y con las manos le hizo notar el error, indicándole que todavía había un poco más de pista que lo esperaba para llegar al final. Todo el público se levantó de pie aplaudiendo el gesto de gran lealtad. Terminada la competición Ivan le ha declarado a los periodistas que le pareció la cosa más justa de hacer. No habría sido justo ganar de esa manera porque Mutai se había demostrado superior.

Hasta su entrenador, el ex corredor Martin Fiz ha afirmado que en su lugar quizás no se habría comportado de esa manera tan honorable. Esta historia ha mostrado el verdadero espíruto del deporte y destacó el aspecto más noble del alma humana. Fuera de la pista también la vida es una carrera constante a quien llega primero, sin embargo la honestidad vale más que cualquier premio o medalla.

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