Un papá se tatúa las manos del hijo nacido sin vida para sentir siempre su frágil abrazo

por Patricia Zorzenon

07 Junio 2020

Un papá se tatúa las manos del hijo nacido sin vida para sentir siempre su frágil abrazo
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La llegada del primer hijo es una alegría única, un momento especial que padres y madres esperan con emoción, impaciencia y, obviamente, una pizca de ansiedad. No siempre, lamentablemente, todo va en la dirección correcta y no hay que olvidarse que el embarazo y el parto son situaciones más bien delicadas.

Lo aprendió, con gran dolor, también Brad Kearns, cuando su primer hijo llegó a este mundo. El pequeño, lamentablemente, no logró ver la luz con sus ojos, naciendo ya muerto. Es inútil describir el dolor que un padre puede sentir en casos como este. Brad, aún así, decidió que jamás se olvidaría de su hijo y para tener viva su memoria eligió una manera realmente hermosa y emocionante.

via DaDMuM - Untold Stories/Facebook

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DaDMuM - Untold Stories/Facebook

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Brad no pudo abrazar a su pequeño, ni llevarlo a su casa. Cuando nació no logró sobrevivir, pero seguramente dejó una marca indeleble en el hombre, que no pudo convertirse en padre. Y sí, porque es realmente una "marca indeleble" lo que Kearns quizo imprimir sobre su piel para recordar al niño y hacer de cuenta que, simbólicamente, esté siempre con él.

Sobre su pecho, Brad se tatuó dos manos: justamente las del recién nacido que no pudo nunca abrazar y mimar como hubiera querido. Los dos tatuajes, pequeños pero con gran significado, parecen estar allí como cuando recoges en brazos un bebé que apoya sus manos sobre el papá, seguro y protegido por el calor familiar.

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DaDMuM - Untold Stories/Facebook

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Brad piensa a menudo como habría sido su vida si su primer hijo hubiera sobrevivido pero seguramente su recuerdo está siempre allí cuando mira sus pequeños tatuajes con la forma de manos. Por suerte, luego se convirtió en padre de dos hijos, que cría con amor y mucho cuidado. Sin embargo, estamos seguros que no podrá jamás olvidarse de esa criatura frágil que, se bien no tuvo la fuerza para abrir los ojos, seguramente pudo abrir el corazón de su padre.

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