No se puede ser padres solo cuando se nos recuerda: estudios psicológicos explican la importancia de este rol

por Patricia Zorzenon

04 Noviembre 2019

No se puede ser padres solo cuando se nos recuerda: estudios psicológicos explican la importancia de este rol
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Algunos hombres, con la llegada de los hijos, deciden de dejar la propia pareja y cuando las cosas no van bien o no hay más amor, es bueno dejarse. El problema es que ciertos padres comienzan a entrar y salir incluso de la vida de los hijos cada vez que lo consideran oportuno. Así, los hijos sufren estos comportamientos inconstantes del papá, que a veces parece olvidar que es papá por siempre y no en tiempo perdido.

Una vez siendo padres, de hecho, no se puede decir "basta" o hacerlo en períodos alternos, cuando no le es más cómodo: son padres por siempre.

Un padre es siempre padre y no solo cuando se recuerda de serlo o cuando escribe frases amorosas sobre las redes sociales acompañadas por una foto sacada quizás cuando.

via Intellectual Takeout

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Los niños son muy sensibles y entienden muchas más cosas de los adultos. Por esto, no es justo herir sus sentimientos entrando y saliendo de sus vidas a vuestro placer. Tienen necesidad de estabilidad y de saber que sus padres están cerca, porque también si las relaciones terminan, la relación padre-hijo no deberían jamás quebrarse.

Los niños no tienen culpas, son más bien las víctimas más grandes de nuestras elecciones. Hay mil ocasiones de encuentros, de una salida para una comida, pasando por una fiesta de cumpleaños, un cine o el trayecto para acompañarlos a la escuela. Poco importa como, con tal que le dediques tiempo e importancia a tus hijos.

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La del padre es una figura fundamental en el crecimiento de un hijo y es muy dañino sentirse siempre rechazado o puesto en segundo plano. Tener un hijo quiere decir antes de todo vivirlo, saber que cosa le gusta hacer o si le va bien en la escuela si tiene amigos y que cosa ama comer.

No es un objeto de desenvainar como un trofeo solo cuando se tiene ganas, porque a ese punto es mejor alejarse del todo que continuar a herirlo y desilusionarlo así. Sin embargo, de este modo, la primera persona en perderse cualquier cosa es exactamente el padre. Momentos bellísimos, días que no volverán jamás y muchas otras cosas: todas cosas que valen de verdad mucho y representan dones especiales.

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