Los abuelos no deberían jamás tener un nieto preferido: las diferencias pueden provocar traumas profundos

por Patricia Zorzenon

29 Mayo 2020

Los abuelos no deberían jamás tener un nieto preferido: las diferencias pueden provocar traumas profundos
Advertisement

Lo que hay entre abuelos y nietos es una relación estupenda, una riqueza preciosísima en la vida de quien ha tenido la suerte de poder conocer estos "segundos padres". Amor, atenciones y porqué no, alguna concesión "extra" respecto a padres y madres: los abuelos pueden dar todo esto y para niños, jóvenes y adultos representan de verdad un punto de referencia fundamental.

En las familias de todo el mundo, de hecho, no va siempre todo como debería y no es raro que los efectos y las atenciones son distribuídas en modo equivocado o inoportuno. Son situaciones con la cual, probablemente, muchos han tenido que ver. ¿De que cosa estamos hablando? De los desafortunados casos donde los abuelos eligen un nieto preferido, llegando casi a ignorar a los otros.

via Express.co.uk

Advertisement
Pexels

Pexels

Lamentableente es inútil escondérselo: dinámicas de este tipo, en la familia, pueden ocurrir e incluso lamentablemente de modo frecuente. Tender a tener relaciones diferentes, más o menos estrechas, según los miembros de la familia es una cosa bastante normal, pero tales diferencias no deben nunca volverse excesivamente marcadas, especialmente cuando se trata de niños, nietos en este caso.

El motivo es simple: si un niño ve que un par suyo viene literalmente cubierto de atenciones por una figura importante como la de un abuelo o abuela, puede experimentar un grande y profundo dolor emocional, tal de volverse día a día, insostenible. No es seguro una responsabilidad del niño o niña de turno si un abuelo o abuela tiene un nieto favorito, sino a menudo, para los pequeños, esto es difícil de comprender. Por eso, los tratos con diferencias llevan a encierros y alejamientos.

Advertisement
Pexels

Pexels

Todo, como en muchos otros casos de pequeños-grandes traumas emocionales sufridos durante la infancia puede ir inevitablemente a repercutir sobre la estabilidad y la serenidad futura del nieto. Debería ser responsabilidad de los adultos, abuelos o padres que sean, no crear diferencias y preferencias y cualquier cosa si ello ocurriera, la mejor cosa es siempre intervenir, buscando de aclarar y expresar con claridad los propios sentimientos.

Primero de todo, debería hacerlo el padre del niño, esperando incluso de poder recibir respuestas de arrepentimiento o negación de parte de los abuelos. Es cierto: no es simple, pero puede ser muy útil para llevar a la luz rabia y reservas que, a la larga, irían solo a empeorarlo.

Pexels

Pexels

Los niños no tienen nada que ver y a menudo, detrás a comportamientos de este tipo, pueden haber diferencias entre los abuelos y sus hijos. Ser adultos y maduros, en el fondo, significa también tener el coraje de enfrentarse: un comportamiento difícil, pero al mismo tiempo precioso para el bienestar psicológico nuestro y de las personas que amamos.

Advertisement