Este niño autista tiene necesidad de tranquilidad para hacer las tareas y la maestra le cambia el banco en el baño

por Patricia Zorzenon

28 Septiembre 2019

Este niño autista tiene necesidad de tranquilidad para hacer las tareas y la maestra le cambia el banco en el baño
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Hay siempre más niños en edad escolar que sufren de trastornos de la atención y son afectados de autismo, que tienen necesidad de particulares actitudes. No es posible ignorar sus necesidades especiales y la escuela en primer lugar debería garantizar a los niños y jóvenes el apoyo necesario. Una mamá estadounidense, Danielle Goodwin, sin embargo, no ha recibido el apoyo necesario del instituto que el hijo autista de 11 años frecuenta. La mujer ha quedado conmocionada cuando, en respuesta a una necesidad especial del hijo, el centro educativo ha pensado "muy bien" de cambiar el banco, silla e incluso un colchón, al baño.

via Facebook / Danielle Goodwin

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My son has special needs and does best in a very quiet place. This was his teacher's solution...yes, that is my son in a...

Pubblicato da Danielle Goodwin su Mercoledì 18 settembre 2019

Todo ha comenzado cuando la mamá del niño ha pedido a la maestra si era posible de hacer poner al hijo en un lugar tranquilo, de modo que pudiera concentrarse mejor para hacer las tareas. El año anterior, al niño se le había concedido de quedarse en la biblioteca, cosa que se le había negado al año siguiente. El niño actualmente está frecuentando un período de transición entre la escuela primaria y la escuela secundaria, un momento incluso importante. Para encontrarle un lugar tranquilo, la maestra ha pensado de cambiar el banco y la silla a un baño. Frente a una tal medida, la madre ha quedado shockeada: "Estaba conmocionada. Estaba bajo shock. He sacado una foto porque si no lo hubiera hecho no me habría creído ninguno".

En respuesta a la indignación de la mujer, el centro educativo respondió que se había decidido por aquel espacio porque no era jamás utilizado. Con todas las soluciones prácticas que se podían encontrar, asombra que alguien que trabaja en un centro educativo haya podido pensar que confinar a un niño autista en el baño pudiera ser una buena idea. "Mi hijo ha sido humillado, mortificado y desilusionado" ha confirmado la mujer, "en 15 años esta es la peor cosa que yo haya jamás visto ocurrir en un centro público"

Greg Baker, el director del centro, se defendió así: "Por aquello que sabemos, aquel espacio es utilizado como depósito. Por falta de fondos de parte del Estado, los centros educativos, a menudo, tienen a disposición los espacios limitados para los pedidos socio-emocionales. Creo que la idea no ha tenido ninguna mala intención".

Es obvio que ninguna madre quisiera que el hijo sufriera una humillación tal.

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