Este niño de 6 años invita a su madre a cenar cada mes y paga con sus ahorros

por Patricia Zorzenon

24 Septiembre 2019

Este niño de 6 años invita a su madre a cenar cada mes y paga con sus ahorros
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Hoy como ayer resulta muy eficaz la frase atribuida a Virginia Woolf "detrás de cada gran hombre hay siempre una gran mujer", especialmente cuando esta última es la madre.

Desde ella un individuo puede aprender muchísimas cosas. Entre todas, seguramente el respeto y la educación en el tratar al otro sexo. Un ejemplo evidente es el de Nikkole Paulun, convertido célebre gracias al show de MTV "16 años y embarazada", que ha enseñado a su hijo de 6 años ser un pequeño caballero.

via Abc News

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Cada mes, Lyle, este es el nombre del niño, invita a su madre a cenar afuera, usando sus ahorros del mes que se le da como paga semanal. Durante estas citas el joven caballero le abre la puerta del restaurante, corre la silla para hacer sentar a su dama y al final de la noche deja incluso la propina. Entre otras formas de galanteo, está también la regla de no usar absolutamente el smartphone mientras están en la mesa.

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Estos dulcísimos y simpáticos encuentros son antes que nada la ocasión para los dos de compartir un momento especial, una cosa que sea solo de ellos, en una manera original y más allá de lo común, digna seguro de un personaje como Nikkole. La otra razón, sin embargo, es aquella de enseñar al jovencito como se trata una dama, administrando también el dinero de manera autónoma y correcta.

La ex star de la tv da aliento al niño en aquello que ya se ha convertido en una pequeña costumbre, porque estas cenas románticas son una manifestación de afecto como un sistema práctico para aprender que cosa quiere decir mostrar respeto hacia el género femenino.

Nikkole sostiene que nunca es demasiado temprano para comenzar a ser un caballero, y está orgullosa de saber que ya desde ahora, su hijo será digno representante de esta categoría, siempre más en vía de extinción.

El mensaje que Mrs. Paulun quiere dejar es que las mujeres tienen el deber cívico de dar una enseñanza positiva a los hijos, haciendola más verdadera y práctica que nunca la necesidad de crecer futuros hombres respetuosos y educados.

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