Nunca comprar sandalias de plástica de mala calidad: la fea experiencia de esta mamá les hará entender porqué
Cuando se tienen hijos pequeños, es siempre difícil satisfacerlos en todo y al mismo tiempo, no hacerles faltar nada; por esto muy a menudo las madres para ahorrar sobre el sustento de los pequeños compran ropa básica en lugares en donde la calidad efectiva no es luego tan recomendada. La historia que estamos por contarles tiene algo increíble y pondrá en guardia a todas las madres que tenían intenciones de ir "a ahorrar" en las compras. Por el bien de sus hijos lean.
Entre los accesorios de ropa más usados de los niños pequeños, sobre todo durante la estacion de verano, están las famosísimas sandalias abiertas de plastica, fácilmente adquiridas incluso en los supermercados más económicos y de poco dinero. Felicia Marie Hillman había decido de comprar un par de divertidas sandalias en plástico para su pequeña Rosie a solo dos dólares. Esta última no veía la hora de ponérselos en casa con la felicidad de la mamá. Pero no habrían imaginado que cosa podía suceder después...
Los días sucesivos, Rosie había notado una cierta picazón en el fondo del calzado y un fastidio en la planta de los pies, pero Felicia pensaba que era todo normal y que la pequeña habría tenido solamente que acostumbrarse...
Al día siguiente Felicia obligo a la hija a ir a la escuela con anticipación; alguna cosa no estaba bien y la pequeña Rosie no corría feliz sino que arrastraba sus pasos con sufrimiento; luego de haberle sacado los zapatos de plastica, la mamá descubre que las plantas de los pies de Rosie estaban completamente cubiertas de ampollas e inflamadas!
Después de las curas médicas específicas y una cantidad de cremas y antibióticos, Rosie volvió a caminar como antes, pero en el entre tiempo el post de Felicia publicado sobre Facebook que ponía en guardia a las otras madres ha hecho de inmediato el giro de los compartidos.
Una historia absolutamente impensable que nos pone en guardia en la compra del calzado de plastico para vuestros hijos más pequeños; quizás es el caso de esperar alguna semana más para comprar un par de simpaticas sandalias abiertas gastando más en calidad y en salud. Por el bien de nuestros hijos.
