Mientras todos se concentran sobre el neonato apenas nacido, la abuela se concentra sobre su hija

por Patricia Zorzenon

23 Febrero 2019

Mientras todos se concentran sobre el neonato apenas nacido, la abuela se concentra sobre su hija
Advertisement

El embarazo es de norma un periodo bellisimo para cada mujer en dulce espera, sea por aquella vida que le crece en el vientre y la perspectiva de tenerlo pronto entre los brazos, sea porque se convierte en objeto de atenciones y amabilidades de todos - compañero, parientes, amigos e incluso desconocidos que admirn la panzona.

Sin embargo, despues del parto, todo cambia: repentinamente las miradas estaticas se concentran sobre el recien nacido, casi que la neo- mamá hubiera perdido gran parte de su anterior atractivo. Para todos o casi, porque de seguro seran los ojos bien apuntados siempre sobre ella: aquella de su mamá.

via naranxadul.com

Advertisement
maxpixel

maxpixel

 Convertirse en madre, por cuanto sea una experiencia magnifica, no es en absoluto sencillo: cuando finalmente se pueda mirar y abrazar a su bebé, comienza la lenta transformación, pero intensa, transformacion en madre.

Para empezar a amamantar, el bebé que a menudo llora sin comprender por qué, las noches en blanco, las montañas de ropa para lavar y los pañales para cambiar: en todo esto, la nueva madre no puede encontrar tiempo para sí misma, ni siquiera tomar una ducha es facil. Mientras el cuerpo aún agotado por el parto se recupera con dificultad, lentamente y entre mil dolores. Aunque el nuevo padre puede apoyar a su pareja, a menudo la ayuda fundamental proviene de su madre: la neo-abuela, que está entusiasmada con su nieto, se preocupa por su hija.

Ella ha pasado por aquella experiencia y sabe cuant es extenuante el puerperio: el propio cuerpo que cambia - todavia - pero esta vez mucho mas rapidamente; el ansia por amamantar - "Habra comido suficiente?" - y para el mas pequeño estornudo del bebé; el sentido de inseguridad siempre pronto en asaltarla.
 

Advertisement
Phillip Capper/flickr

Phillip Capper/flickr

 Una abuela sabe exactamente que cosa puede hacer: estar cerca a su hija que se convierte en madre, ayudarla en sus crisis hormonales y colaborar en todo. Los prepara para comer, incluso sus platos favoritos, y un baño caliente, para que pueda recuperarse al menos un poco; mantiene al bebé consigo, dejando que su hija duerma, incluso durante media hora, una hora; lleva esas cremas y esos consejos útiles para aliviar y superar las diversas molestias del momento.

Sabe que es dificil, pero sabe tambien que ella lo ha logrado a tiempo, y tambien su hija lo hará: y es esta confianza, que busca de transmitir a aquella hija que antes acunaba y hora mira acunar.

Todas las nuevas madres tienen sin embargo necesidad despues del parto de tener a su lado otra mujer que, habiendo vivido la misma experiencia, la entiende y la ayuda. Que sea una madre, una hermana, una amiga, un tia, una cuñada, una suegra, una vecina: lo importante es encontrar aquella comprension que la ayude a recuperar calma y confianza en su capacidad de convertirse en mamá quedando ella misma.

Advertisement