A veces es mejor fiarse de aquello que sentimos y no de aquello que pensamos

por Patricia Zorzenon

01 Marzo 2019

A veces es mejor fiarse de aquello que sentimos y no de aquello que pensamos
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Tendemos a querer el control sobre nuestra vida a 360° y nos olvidamos que no siempre podemos saber como las cosas irán a terminar. Donde no llega nuestra prospectiva, entonce, sirve fiarse de la intuición. Una parte mucho mas irracional de nuestra mente que, en un modo o en el otro, nos protege alguna vez de enormes tumbos.

Incluso si no nos damos cuenta, durante nuestros días tomamos muchas decisiones en base a la intuición, sin prestar atención a la racionalidad; a veces nos equivocamos hacer así, pero en ciertas situaciones escuchar la panza en vez de cerebro es la mejor cosa que podemos hacer.

via psychcentral.com

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Tintazul/Wikimedia

Tintazul/Wikimedia

Cuando estamos frente a un desafio, a una duda o un problema, somos llevados a analizar lo mas objetivamente posible la situacion, a sacar de ello un elenco de beneficios y desventajas que puedan venir a suceder. Incluso, a su vez, tenemos la sospecha que alguna cosa va demasiado por la via justa, o que detrás de la madeja se esconda otro problema que no logramos identificar. En fín, es aquí que nuestra intuición comienza a trabajar, elaborando informaciones que se basan sobre una visión mas amplia de la situación.

Les ocurre alguna vez de probar un sentido de antipatía por una persona que conocen poco o que no ha tenido con ustedes particulares comportamientos para ser considerado tal? Pero alguna cosa no les va, aquella persona no les da suficiente seguridad.

La intuición es muy importante también en las relaciones humanas. Nos permite de tener dudas criticas sobre decaraciones de una persona o de cimentar la confianza en el prójimo: me ama realmente o son súcubos de una condición? Me estoy verdaderamente dando a aquella persona o me estoy limitando? Sus declaraciones son falsas o puedo fiarme completamente de cuanto afirma? A menudo a estas preguntas no se puede dar una respuesta racional; tendiendo la oreja a aquello que sentimos en el estomago o sobre la piel, en vez, podemos trazar algun valioso indicio.

Obviamente, no todo lo que reluce es oro: la intuición es un arma interesante, pero no debe covertirse en nuestro único metro de juicio, de otro modo se convierte en irracionales y entonces, cada solución dada a luz de nuestra mente no encontrará fundamento racional!

 

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