La paciencia, o el arte de saber esperar, da siempre sus frutos
"El tiempo es dinero" es el leit motiv de la sociedad moderna, que nos estimula a no detenernos, manteniendo un ritmo de vida frenetica - pero tambien destructiva. Sin embargo mas buscamos de ir rapido, y mas nos sentimos cansados, frustrados y sufridos por aquello que no hemos todavia logrado: en este modo no lograremos jamas a sentirnos satisfechos y apaciguados, felices.
A diferencia de cuanto viene dicho, en vez, es bueno desacelerar, aprendiendo el valor del mismo y de la paciencia, que - para recordar a Kant - es la "fuerza de los debiles, mientras la paciencia es la debilidad de los fuertes".
Con estos ritmos acelerados, la sociedad nos enseña a cultivar la impaciencia, empujandonos a creer de poder anticipar el mañana: pero en realidad aquello que sucede es que nos perdemos el presente, y acumulamos estres. Lamentablemente aquello que debemos aprender es "esperar", porque no todo es como queremos ni se puede obtener instantaneamente.
Aquello significa reconocer la paciencia como la virutd que nos enseña a saber respetar los tiempos naturales de cada cosa, sin esforzarse, ni presiones, pero disfrutando el momento presente, inclusive si es marcado por la espera. Se necesita por lo tanto vivir el presente en manera conciente, o con la conviccion segura y serena que el futuro sera como lo queremos, siempre que lo acompañes con buenas practicas.
Ser pacientes no quiere decir fingir de ser optimistas, sino mantener la calma, seguros que las cosas ocurriran en el momento propicio - dejar correr los eventos. Este comportamiento nos permite de fluir nosotros mismos al ritmo de la vida, que implica no un comportamiento pasivo, sino mas bien actuar de elecciones y de renuncias concientes.
Un modo decididamente mas saludable de vivir, pero tambien eficaz y fructuoso. Sin embargo, solo siguiendo el curso natural de las cosas y viviendo a fondo el presente podremos tomar las oportunidades en el momento en que se verifican, que sera la unica oportunidad - ni antes ni despues.
Porque, como dice Benjamin Franklin, "Quien tiene paciencia obtendra aquello que quiere".
