Come una hamburguesa en un restaurante de comida rápida: se acerca al mostrador y pregunta quién lo preparó (+VIDEO)
Por lo general, cuando se consume comida en un restaurante, no se interactúa jamás con la cocina ni con quién la preparó, a menos que te enfrentes a un problema, como un plato poco sabroso u otros inconvenientes particulares.
Y es por eso que el joven Marcus Jeffers creó un gran revuelo cuando, después morder un sándwich de hamburguesa, se acercó al mostrador para pedir hablar con el personal de una forma muy decidida. La escena fue inmortalizada en un video que recaudó más de ocho millones de visualizaciones debido a su reacción inesperada.
via Today
En el video, publicado por el mismo Marcus, se ve al joven sentado en una mesa acompañado de sus amigos. Todos están disfrutando de una deliciosa comida en el restaurante de comida rápida, de Silverlake, Los Ángeles, Estados Unidos. De repente, después de un par de mordiscos a su sándwich, Marcus se levanta y se dirige hacia el mostrador del personal", preguntando si sabían quién había preparado su hamburguesa. El joven se acerca a la caja y para llamar la atención del personal dentro del local lleno de gente, Marcus comienza a gritar: ¿"Quién ha preparado este sándwich?".
Su tono decidido lo vuelve casi agresivo a tal punto que el personal de la cocina lo mira con temor, dudando en responder a su simple pregunta. En ese momento Marcus repite la pregunta otras dos veces y finalmente recibe la respuesta que buscaba: se da vuelta hacia el encargado de la cocina y felicita en voz alta a los cocineros por su talento. "Gracias por este sándwich, es delicioso, nunca probé nada más rico hasta hoy. ¡Y gracias a todos ustedes por el excelente servicio!", grita.
Tras unos instantes de asombro, también todo el personal comienza a gritar y a aplaudir junto a Marcus, disfrutando de algunos segundos de celebración dentro del restaurante: el clima de positividad se contagia rápidamente incluso con los demás clientes que comienzan a reírse y a unirse a los aplausos, hasta que Marcus regresa a su mesa para terminar la comida con sus amigos.
Es increíble cómo un simple "gracias" por el trabajo realizado puede transformar un día común en uno extremadamente positivo: se necesita realmente poco para hacer del mundo un lugar mejor.
