El más grande coleccionista de Barbie en el mundo es un médico italiano: en la casa tiene más de 10.000 muñecas

Si se es apasionado por alguna cosa se haría de todo con tal de acaparar el último producto: se hable de juguetes, libros, películas, discos, de hecho historietas u objetos vintage, se harían cartas falsas por tener en casa la última pieza que haga a la propia colección privada una obra de arte en absoluto que entraría en el libro de los récord. Hablando de muñecas y juguetes, hay un hombre en Italia que entró derecho en la historia del coleccionismo de género gracias a su pasión por las Barbie.

via Il Messaggero

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El hombre de los récord se llama Antonio Russo y es un urólogo napolitano que sostiene el récord por convertirse en el mayor coleccionista de Barbie en el mundo; esta célebre muñeca creada por Mattel se convirtió con el tiempo la pasión absoluta por este médico insospechado que en cambio "esconde" una fijación excesiva por cada modelo jamás salido en el mercado, en el pasado y en el presente, de la muñeca más famosa y más jugada por las niñas de todo el mundo.

Una pasión que ha nacido desde niño pero que solo en la edad adulta, cuando ha formado su familia y tuvo una niña, se volvió un metódico coleccionista.

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Antonio Russo ha contado el origen de su amor excesivo por estas famosas muñecas Mattel con estas palabras: "Cuando era pequeño conocí la primera Barbie en la casa de mi sobrina: era una muñeca traída de los Estados Unidos y me fulminó el hecho que fuera una muñeca que no llorisqueaba, que no hiciera pipí encima como las primeras muñecas animadas. Y la idea que tuviera ropa y aventuras me gustaba mucho. Jamás he jugado con las Barbie pero inventaba historias con ellas. Luego las he seguido siempre y en el  año '92, con el nacimiento de una niña y una pareja de amigos, se reinicia la pasión cuando compré muñecas para la pequeña. Siendo metódico comencé a estudiar: la primera cosa que entendí es que quería coleccionar y luego he comenzado a coleccionarlas de forma histórica, buscando comprender las evoluciones de la muñeca en el curso de los años y buscando las versiones realizadas por otros países".

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Para convertirse en uno de los mayores coleccionistas del mundo se necesita de hecho tener solo pasión, pero también método y atención por las ediciones del pasado; un conocimiento fitológico no de poco, que ha llevado a Antonio Russo a coleccionar en la casa a más de 10.000 muñecas del presente y del pasado: "¡He llegado a 10 mil Barbie y no me pongo límites, busco siempre la cosa extraña, el objeto que no debería existir pero que en realidad está!

Ahora, para tener una pista de todos los modelos que tiene en la casa, Antonio Russo ha creado en su computadora un file excel en donde ha catalogado cada muñeca que posee y cada evaluación monetaria para una eventual venta en el mercado del coleccionismo en el futuro.

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Sin embargo, hasta el momento, Antonio no tiene intenciones en dejar su colección de Barbie en un museo, sino dejar todo en herencia al hijo, que de hecho odia estas muñecas y el mundo que las rodea: "Al final se las dejaré a mi hijo, que detesta las muñecas y su mundo, porque en algún modo le han restado aquel interés mayor que habría tenido por él. Siempre ha dicho que el día en que las herede las quemará, por lo tanto en el momento justo, si todavía son capitalizables, las venderé para dejarle el equivalente en dinero".

Como culparlo considerando todas estas cosas.