Madre ve las manos dañadas de su hijo y se conmueve: trabaja en el taller para ayudar a la familia

por Patricia Zorzenon

04 Abril 2021

Madre ve las manos dañadas de su hijo y se conmueve: trabaja en el taller para ayudar a la familia
Advertisement

Ser padres de uno o más hijos no es de ninguna manera nada fácil y saludable; hacerlos venir al mundo, criarlos, educarlos, garantizarles que todos los días tendrán pan y agua para alimentarse, vestirse lo suficiente para sobrevivir todos los días, material escolar para aumentar el bagaje cultural. Resumiendo, tener un hijo o más en casa es una gran  responsabilidad para mamá y papá. Algo que sabe muy bien Cassandra Lane, una mamá feliz de cinco hijos, que tuvo que hacer siempre muchos sacrificios en su casa para que no le falte nada a nadie, a pesar de sus dificultades económicas.

via Share Explosion

Advertisement
Cassandra Lane/Facebook

Cassandra Lane/Facebook

Precisamente por este motivo, Cassandra sabía que estaba criando hijos mucho más conscientes que sus compañeros; quizás no tendrían las mismas comodidades y lujos de los demás jóvenes, pero a Cassandra no le importaba: les estaba enseñando valores muy importantes, como el del sacrificio, el del trabajo, el valor de ganar dinero con compromiso y tenacidad.

Pero una duda se apoderó muy pronto de esta mamá ejemplar. ¿Se había equivocado tal vez en algo?

Advertisement
Cassandra Lane/Facebook

Cassandra Lane/Facebook

Un día, mientras Cassandra estaba llevando a su hijo mayor a sacarse las fotos grupales para el álbum escolar, notó que había algo mal en sus uñas, pero que al mismo tiempo le era muy familiar: esas uñas sucias y negras ya las había visto en su padre y en su esposo...

Eran las uñas de quienes trabajaban duro en el taller o en la obra, y era justamente lo que hacía Zeke, el hijo mayor de Cassandra, durante el verano, para intentar llevar a su casa un poco de dinero y poder llegar a fin de mes...

Cassandra Lane/Facebook

Cassandra Lane/Facebook

Cassandra se sentía tremendamente en culpa: ¿Quizás había sido demasiado dura y severa con sus hijos? ¿Zeke y sus hermanos merecían una vida más despreocupada como la de sus compañeros? ¿Había sido, a pesar de todo, una mala madre? Todas dudas que serpenteaban en la mente de la mujer mientras llevaba a Zeke a sacarse las fotos para el álbum escolar de fin de año. 

Pero una conmovedora conversación entre ella y su hijo mayor la hizo sentir bien. Zeke había notado que su madre se sentía insegura y muy nerviosa desde hacia días, y al final le preguntó: "¿Por qué estás mal? ¿Por haberme enseñado que debo trabajar para obtener todo lo que deseo realmente? ¿Por haberme enseñado que el dinero tiene valor? ¿Por haberme enseñado que nada se me debe en realidad?"

Cassandra Lane/Facebook

Cassandra Lane/Facebook

Después de esas palabras, Cassandra se sentía verdaderamente con el corazón agrandado de amor y gratitud hacia sus hijos: ¡Entonces no era verdad que había sido una madre demasiado mala y severa! Al contrario, se sintió aún más orgullosa de Zeke cuando el le reveló que le compraría con sus ahorros del taller una canoa nueva a su hermano menor: ¡Cassandra no podía pedir nada mejor para sus hijos!

Cassandra Lane/Facebook

Cassandra Lane/Facebook

Una historia que nos enseña una lección muy importante: una buena educación no deriva necesariamente del poder y querer poseer objetos de lujo o lúdicos que no hacen otra cosa que aplanar a nuestros hijos y a su crecimiento mental, ¡sino la adquisición de valores importantes desde pequeños que es fundamental para asegurarse que  en un futuro se conviertan en adultos ejemplares!

¡Muy bien mamá Cassandra!

Advertisement