A los 76 años trabaja todas las noches como mensajero para ocuparse de la mujer discapacitada: la jubilación no les alcanza más

por Patricia Zorzenon

03 Abril 2021

A los 76 años trabaja todas las noches como mensajero para ocuparse de la mujer discapacitada: la jubilación no les alcanza más
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En tiempos de crisis, una persona está obligada a tener que arreglarse como puede para seguir adelante, llegar a fin de mes y llevar el pan a la casa. Una situación desagradable y muy triste que la crisis económica que estamos todos atravesando la hizo todavía más seria: ha afectado mayormente a los jóvenes en busca de trabajo y también a los ancianos, que simplemente con la suma mensual de su pensión tienen una grandísima dificultad para llegar al final de los treinta días sin tener que hacer sacrificios para seguir adelante...

via Le Parisien

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Wikimedia/Not The Actual Photo

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Esta es la historia de Pierre, un anciano jubilado de 76 años que vive con su mujer en Montpellier y que para llegar a fin de mes, todos los días desde las 18:00 horas, anda por las calles de la ciudad francesa a bordo de su bicicleta, haciendo de ciclista para las entregas de comida a domicilio o mensajero como se lo quiera llamar. Un trabajo part-time y precario que a menudo está asociado a los jóvenes que todavía no logran  encontrar trabajo fijo y que en cambio este pobre anciano pensionado está obligado a hacer para llevar no solo el pan a casa al fin del día sino para ahorrar t permitir los cuidados médicos y la asistencia a la mujer discapacitada.

A darse cuenta de la situación precaria de Pierre ha sido Lisa, una ciudadana de Montpellier, que para ayudar al hombre y su mujer, puso en marcha un fondo de solidaridad que ha llevado con el tiempo a tener sus frutos...

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Deliveroo/Not The Actual Photo

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Sí, porqué la iniciativa benéfica de Lisa ha permitido recoger mas de 17.500 euros para ayudar a la familia de Pierre, que de ese modo podrá adquirir por ejemplo una nueva silla de ruedas para la mujer discapacitada. Lisa ha contado: "Lo he visto más veces a la tarde noche pasar con su bicicleta por la calle. Recordé haber leído un artículo sobre él, que lo hacía cada noche para pagar las atenciones médicas de la mujer gravemente discapacitada y en una silla de ruedas. Me ha conmovido. Entonces sin decirle nada, visto que no lo conocía en persona, he lanzado esta iniciativa de manera tal que este señor pueda estar en su casa con la mujer en vez de hacer el mensajero para llegar a fin de mes."

Pierre obviamente ha tenido la ocasión de hablar con Lisa, su benefactora y le agradeció por todo lo que ha hecho por él y su mujer gracias a ese fondo de solidaridad: ¡ahora podrá cuidar de su mujer sin tener que hacer algunas horas extra dando vuelta por la ciudad a bordo de su bicicleta!

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