Los niños corren el riesgo de ser sometidos a los traumas de la cuarentena más que nadie: hoy más que nunca el papel de los adultos es fundamental

por Patricia Zorzenon

01 Abril 2020

Los niños corren el riesgo de ser sometidos a los traumas de la cuarentena más que nadie: hoy más que nunca el papel de los adultos es fundamental
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La situación de aislamiento que buena parte del mundo está viviendo a causa de la pandemia de Coronavirus no es fácil porque limita las acciones cotidianas y obliga a modificar los hábitos. La cuarentena, en un momento tan delicado, por un lado, es una medida necesaria e irrenunciable, pero por el otro se vuelve una condición que, para muchas personas, es posible que cause serios inconvenientes, agregando problemas a otros problemas.

Si para un adulto puede ser más simple aceptar un cambio, para un niño la cosa es un poco más complicada. Encerrados en casa todos los días, los pequeños de muchísimas familias ciertamente han sufrido un trauma, que corren el riesgo de hacer sentir sus consecuencias durante mucho tiempo. Por esto, en todo el mundo, están creciendo las preocupaciones de los padres, educadores y docentes sobre una incomodidad mayor, del cual está bien ser conscientes y hacer lo mejor posible para que la cuarentena de muchos niños sea más ligera.

via Unicef

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Pxfuel

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Si ya un niño en condiciones de salud normales el aislamiento doméstico ya es difícil, se vuelve aún mayor en muchos casos de niños discapacitados, con problemas de comportamiento o de desarrollo, o para aquellos que viven en realidades económicas no gratas. Los casos de situaciones complejas son muchas, y es necesario tener esto en cuenta.

Si bien muchos padres, en casa, buscan de entretener de la mejor manera a los más pequeños  con actividades que pueden estimular la creatividad de ellos, como la fantasía y el aprendizaje, no hay que dar por descontado que estos esfuerzos produzcan buenos resultados. Niños y jóvenes corren riesgo de transcurrir siempre, demasiado tiempo delante a pantallas de televisión y dispositivos electrónicos, perjudicando la salud fisica y mental de ellos.

No poder ver amigos, profesores, compañeros de escuela o de deportes es una situación que, al menos en tiempos recientes, ningún niño ha jamas vivido, y es por esto que no sabemos cuales consecuencias tendrá todo esto en el desarrollo. Los padres y los familiares que, en estos dias, están en casa con los niños, tienen la responsabilidad y el deber de darle una mano a los más pequeños con todos los instrumentos y los comportamientos posibles. No es fácil, es cierto, pero servirá a no crear en ellos problemas que podrían luego repercutir en un futuro.

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hanscom.af.mil

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La Sociedad Italiana para el Estudio del Estress Traumatico (ESST), con este propósito, aconseja a todos los adultos en casa con niños de limitarles lo más posible el tiempo que transcurren delante a medios, a la televisión o redes sociales, todos instrumentos que pueden convertirse en portadores de emociones negativas.

Las actividades manuales, de hacer junto a los más grandes, son importantes para engañar al tiempo y, si bien no es siempre posible, esta bueno probar a proponerlas. La situación relacionada a la pandemia del Covid-19, luego, debe explicarse claramente a los pequeños, pero obviamente sin alarmismos y catastrofismos. Más bien, puede volverse útil integrar la experiencia con otras ya vividas o compartidas, e insistir sobre la necesidad de respetar las reglas para el bien de todos.

Además de lo que pueden hacer las mamás, papas u otros parientes, es importante que las instituciones, y en particular las escolares, hagan lo mejor para involucrar a todos en las actividades a realizar cotidianamente, de modo que ninguno se sienta excluido, diferente o confundido, ni menos por problemas físicos o económicos.

greg westfall/Flickr

greg westfall/Flickr

Solamente con un real compromiso por parte de todos se podrá decir que la emergencia del Coronavirus ha sido afrontada de la mejor manera, con la esperanza que pronto, en las calles, en las escuelas y en los parques de todo el mundo los niños puedan volver a correr, a jugar, y a crecer.

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