6 señales que pueden indicar una carencia afectiva en los niños

por Patricia Zorzenon

11 Marzo 2020

6 señales que pueden indicar una carencia afectiva en los niños
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Para crecer sanos, fuertes y seguros de las propias capacidades, los niños deben recibir la justa dosis de afecto en casa durante la infancia. Es necesario considerar que un niño tiene la necesidad de caricias, besos y abrazos de cada uno de sus padres, es el único modo para garantizarles el desarrollo de una personalidad segura y favorecer la maduración cerebral.¿Pero qué sucede si todo este afecto falta? Bueno, imaginen que no reciban más alguna forma de afecto de parte de las personas que más aman en su vida y luego pónganse en lugar de un niño que no recibe bastante afecto por parte de sus propios padres. Ahí, entenderán bien cuanto pueda estar mal un niño por esto.

via Hello Motherhood

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¿Cuáles son las señales de carencia afectiva en los niños?

¿Cuáles son las señales de carencia afectiva en los niños?

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Desobediencia. Los niños con carencias afectivas tienden a desobedecer y ser caprichosos para asegurarse de ser siempre el centro de la atención. Si han notado cambios repentinos de humor, llantos exagerados o ataques de ira en público, probablemente podría ser un comportamiento adoptado por el niño para pedir más atención.

Agresividad. Como padres deben considerar a sus hijos también cuando están enojados y adoptan una actitud agresiva. La llave para resolver estas desagradables situaciones es la escucha: Escuchen siempre que cosa tienen para decir sus hijos.

Inseguridad. Cuando faltan gestos y palabras de afecto, empieza a faltar también la autoestima y, de consecuencia, el niño empezará a sentirse más inseguro. La inseguridad conduce a muchos problemas, que se trasladan a la vida adulta, y que llevan al niño a estar siempre a la defensiva.

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Miedo. Si la carencia afectiva persiste durante toda la infancia y no viene tratada en el modo justo ni en la edad adulta, el individuo en cuestión se encontrará afrontando no pocos problemas, sobretodo respecto a las modalidades para establecer relaciones. Sin el afecto justo, los niños crecen con el miedo al abandono, un miedo difícil de deshacer sin la ayuda de un psicólogo.

Bajo rendimiento escolar. Los trastornos de aprendizaje son otros signos claros que algo va mal en la familia. Cuando el niño está decaído y no tiene la justa motivación en hacer las tareas, para los psicólogos se trata de una señal que habla de una carencia afectiva. Los niños que muestran estas señales tienden a suprimir sus emociones y niegan cualquier forma de afecto por quienes lo rodean.

Fijación a los dispositivos electrónicos. Cuando el niño se aferra a la tablet, al celular o a la televisión, con permiso de mamá y papá, transcurre una cantidad considerable de tiempo en una burbuja tecnológica en la que hay una profunda falta de interacciones humanas. Mejor no distraer a tus propios hijos con estos trucos modernos: como buenos padres, elijan siempre el camino de la comunicación.

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