Un camionero llora de alegría cuando encuentra el gato que lo acompañaba siempre en sus viajes
¿Quién ha dicho que los gatos son animales para tener solo en casa? Podemos ser apasionados y amantes de los felinos incluso si se hace un trabajo que obliga a estar siempre de viaje de un lugar a otro, cubriendo largas distancias. Exactamente como Matthew, camionero de Georgia que desde años lleva siempre consigo en la cabina a su maravilloso gato de 3 años llamado Ashes.
El y el gato son de verdad inseparables, verdaderos compañeros de viaje. Para Matthew, tenerlo al lado es una alegría y es fácil comprender que cosa ha probado en el momento en que su Ashes ha desaparecido del camión.
Mientras transitaba por Springfield, en Ohio, el gato se ha deslizado accidentalmente fuera del enorme vehículo guiado por su amigo humano. Obviamente asustado por haberse encontrado en un ambiente desconocido para él, el gatito se escapó y se refugió entre los arbustos.
Desesperado, Matthew ha decidido de poner en el campo todos sus esfuerzos para buscar de encontrarlo. Después de haber regresado muchas veces al mismo punto en que había perdido el gato y haber buscado por mucho tiempo sin resultados, lamentablemente ha entendido que no lo habría nunca más visto.
En los días sucesivos, se aseguró de organizar sus viajes en que pudiera transitar cerca a Springfield, con el fín de tener eventuales noticias y encontrar a Ashes. Incluso, el tiempo ha pasado y del gato no hubo rastros. Hasta el momento en que una mujer de nombre Kimberly ha notado al gato asustado y friolento sobre el borde de la calle.
Después de haberlo tomado consigo, Kimberly ha llevado a Ashes a la Lollypop Farm, una organización que se dedica exactamente a socorrer animales callejeros o abandonados.
Desde allí, funcionarios del centro inmediatamente han previsto en analizar el microchip del gato, descubriendo con enorme asombro que su casa se encontraba a más de 2000 km de distancia.¡¡Un gato verdaderamente viajero!!
Contactado por Lallypop Farm, Matthew no podía estar más contento del encuentro. Inmediatamente se dirigió allí y cuando ha visto a su amado Ashes sano, salvo y pronto para volver a casa con él, no ha logrado contener las lágrimas, abrazando al gato que no habría jamás pensado de encontrar.
Exactamente así: los sentimientos que un hombre puede sentir por un amigo suyo de cuatro patas a veces no tienen límites y esta bella historia con final feliz lo demuestra. ¡No resta que desear a Matthew y Ashes tantos otros kilómetros de recorrer felizmente juntos!
