Para vivir con salud es necesario alejarse de las personas "tóxicas": la ciencia lo confirma
Optimismo, positividad, entusiasmo, proactividad: son todos estados de ánimo que tienen un real impacto beneficioso sobre el estado de salud de un individuo.
Hacer un trabajo que gusta y sentirse satisfecho en la propia cotidianeidad son piezas importantes en la calidad de la vida. Pero, además de ello, falta uno, quiere decir tener alrededor las personas justas. Familiares, amigos o parejas energéticas que logran completar el cuadro, pero cuando alguien de ellos se manifiesta "tóxico", se necesita alejarlo lo antes posible.
via The New York Academy of Sciences
No hablamos solo de reflexiones filosóficas o de consideraciones bajo el perfil psicológio, sino de una verdadera y propia búsqueda científica realizada en la University of Pittsburgh School of Medicine. El estudio involucra a más de 100 mil mujeres que habían superado la fase de la menopausia, observando la incidencia de trastornos cardíacos y de otras patologías.
Ha surgido que la condición emocional, depresiva u optimista, ha influído por el 30% sobre la posibilidad de contraer enfermedades crónicas e incapacitantes. Aquí entran en juego las "buenas o malas compañías", que pueden influenciar negativamente o positivamente el estado psicosomático de una persona, haciéndola enfermar o sanar en base a la propia contribución humana.
Ser positivos refuerza el sistema inmunitario, de hecho los protege de las enfermedades o acelera el proceso de sanación. Sin embargo es pontenciado incluso el sistema nervioso y la subjetiva resiliencia a soportar un estrés, en reaccionar a continuación de una situación difícil.
Las "personas tóxicas" deben ser alejadas de la propia vida porque empobrecen los recursos físicos y mentales, hacen sentir más cansados, menos reactivos y agraban el problema como si se agigantara solo. Por el contrario, las personas positivas tienen el efecto de un bálsamo para el alma, vuelven todo más liviano, te hacen sentir más fuerte y capáz de superar cualquier obstáculo, aunque solo sea por el solo hecho de no sentirte solo para afrontarlo.
Todos deberíamos tomar la costumbre de cortar las ramas secas de la propia existencia y de cultivar solo aquellas capaces de florecer y de invadir el aire con su esencia vital.
