Es por esto que no responder a un mensaje de Whattsapp es un derecho legítimo que todos deberíamos adoptar

por Patricia Zorzenon

30 Marzo 2019

Es por esto que no responder a un mensaje de Whattsapp es un derecho legítimo que todos deberíamos adoptar
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Algunas aplicaciones de comunicación rápida, como Whatsapp, decididamente han modificado el modo de interconectarse, haciendo las relaciones así como la transmisión de las informaciones mucho más rápida, eficaz y simple; de hecho, han contribuido a facilitar los intercambios entre las personas.

Inclusive, se necesita considerar también la otra cara de la moneda, o la obligación moral de la respuesta inmediata. De hecho, si bien oficialmente no exista un derecho a réplica, el tilde de la notificación nos llama a las buenas maneras, a la necesidad de ser educados, respondiendo a las expectativas de los demás, antes incluso que sus mensajes.

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pexels

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La realidad es que cada uno tiene el derecho de elegir si responder o no y cuando hacerlo; y es entonces que advertimos que tal libertad viene a menos, puede suceder incluso de abandonar Whatsapp y otras aplicaciones que parecen sofocarnos, sin por eso deber ser considerados "antisociales". Parece evidente entonces que, lo que subyace a la cuestión es la diferente condición psicológica de las personas, por lo que algunas pueden ser más vulnerables, en virtud de su personalidad y los estados emocionales del momento.

En particular, algunos estudios ponene en realción un uso equivocado de estas explicaciones de comunicación con la baja autoestima, la extroversión y la impulsividad. De hecho, tales características personales intensifican la dependencia de estas tecnologías - para la busqueda de aprovación social o la escasa consideración de las consecuencias de las propias acciones - y de ellas son a su vez multiplicadas y difundidas.

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Helar Lukats/wikipedia

Helar Lukats/wikipedia

Es oportuno recordar, en vez, que el hecho de no responder no equivale a un rechazo: la persona en cuestión puede dormir, mirar la televisión, leer un libro, comer o simplemente vivir y no considerar el teléfono una prioridad suya en aquel momento.

Mantener el control sobre nuestra vida sin permitir a las redes sociales de tomar el sartén por el mango es esencial para no sentirnos prensados, aplastados de deberes sociales en este caso inexistente y poder vivir en manera más relajada o al menos con menos ansia.

Por lo tanto, si es necesario, no tema la opinión de los demás: ignore la notificación y continúe haciendo lo que estaba haciendo.

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