8 costumbres que pueden mejorar la vida de los niños y de sus padres

por Patricia Zorzenon

22 Marzo 2019

8 costumbres que pueden mejorar la vida de los niños y de sus padres
Advertisement

La tendencia actual de los padres es aquella de tener ocupados a los propios hijos con programas amplios y variados: desde actividades extraescolares hasta deportes, desde reuniones de scouts a actividades artísticas, por no mencionar a la niñera.

Juntos obviamente a la escuela, se considera de hecho que todas estas ocupaciones contribuyen al sano crecimiento de los niños; y sin dudas es verdad.

Incluso, no necesita olvidar que el verdadero fundamento de una buena educación está en casa, en la propia familia, donde - a tal fin - es bueno adoptar estas 8 simples costumbres.

Advertisement
publicdomainpictures

publicdomainpictures

  • 1. Abrazarlo a menudo. Cuando un niño se siente amado, su cerebro libera la oxitocina, la hormona del amor, que tiene muchos efectos beneficiosos sobre el cuerpo. Abrazando tu hijo contribuyes a hacerlo más inteligente, estimulando los sentidos y a mantenerlo sano, porque el sistema inmunitario se refuerza.
  • 2. Estar juntos. Pasar el tiempo de calidad junto al propio niño es fundamental para proporcionarle recuerdos bellos y constructivos de la infancia, capaces de influenciar el crecimiento en manera positiva. De hecho, muy dificilmente tu hijo se recordará de un partido de su videojuego preferido, pero seguramente recordará con alegría de cuanto han jugado juntos con las pistolas de agua, han ido al lago o simplemente han recogido algunos frutos.
Advertisement
Thingstodoinbarcelona/wikimedia

Thingstodoinbarcelona/wikimedia

  • 3. Jugar al aire libre. Hay muchos beneficios físicos y mentales del hecho de transcurrir tiempo al aire libre, pero divirtiéndose de una manera no estructurada, como un viaje: de hecho, el niño desarrolla habilidades de adaptación, juicio y toma de decisiones. Los juegos al aire libre reducen el estrés, aumentan la vitamina D y crean estabilidad emocional.
  • 4. Crear rutinas y responsabilidad. Las costumbres infunden seguridad en los niños y los ayudan a desarrollar la autodisciplina; una forma ideal, por ejemplo, es hacer que participen en las tareas domésticas - siempre de acuerdo con sus capacidades: organizar sus juegos, hacer sus propias camas, ayudar con las compras, alimentar a las mascotas, rastrillar el jardín y mucho más, todas son pequeñas actividades que infunden la ética de trabajo en el niño.
pixabay

pixabay

  • 5. Son equilibrados. Dormir es  indispensable para permitirle al cerebro de desarrollarse en manera sana, sobre todo cuando el dia ha sido lleno de tareas. Un niño bien reposado está mas atento en la escuela, aumenta el potencial de aprendizaje y disminuye aquel de hiperactividad a ADHD. Establece las buenas costumbres para el sueño, como los horarios constantes, limites a la actividad estimulantes y a la television antes de ir a dormir y luz difusa en la habitación.
  • 6. Leer cada día. Numerosos estudios demuestran que la lectura precoz con los niños los ayuda a aprender a hablar, interactuar, establecer relaciones sociales y desarrollar inteligencia emocional. No por caso, uno de los momentos que los niños recuerda con más placer es la lectura junto a los padres.
Chema Photo/unsplash

Chema Photo/unsplash

  • 7. Relaciones sanas entre los padres. Los niños toman un ejemplo de aquello que ven en casa, en primer lugar: una relación sana entre los padres les ayuda a sentirse seguros y aprender a construir relaciones igualmente positivas en la vida. Por lo tanto, es bueno que los padres se abrazen varias veces al día, se feliciten, se tomen de las manos y conversen regularmente.
  • El perdón. Este es un acto fundamental para asegurar la felicidad de sus hijos: el perdón desencadena emociones positivas, enseña la moralidad cognitiva y mejora la percepción y el control emocional. Los niños que perdonan tienen una mente más clara y pacífica, lo que favorece el aprendizaje, la creatividad y, en última instancia, la oportunidad de ser feliz.
    Se trata de hábitos tan simples que ciertamente ya están presentes en su familia, pero realmente le permiten dar una base sólida a la educación de su hijo sobre la cual construir su personalidad y su vida.
Advertisement